Son imágenes de un día de esos que no son frecuentes. En que el pálpito de la ciudad se detiene o baja su intensidad clamorosamente. Un día que ahuyenta a algunos o saca a otros de casa libremente. Los que un día como hoy salen con talante reivindicativo lo hacen porque no están de acuerdo con una situación que va a marcar su futuro. Sigan o no a los sindicatos, los motivos de la gente para estar en la calle son variados. Hay quien está ahí por desacuerdo con la reforma laboral, quien está harto de ser el perdedor de siempre, quien persigue aún sentimientos de justicia y de moralidad, o simplemente para manifestar su desacuerdo y su rabia. Los que están ahí no se sienten manipulados. Creen en el ejercicio de la expresión pública. Se sienten próximos unos a otros y se buscan. No es un acto de irracionalidad, sino de exigencia. Es un símbolo, pero también un toque de atención al gobierno y al mercado. A pesar de la apariencia festiva uno saca la conclusión de que la gente no está para bromas.
Es importante manifestar en público las discrepancias con lo establecido. Y me parece un acierto que incluyas imágenes de eventos como éste.
ResponderEliminarSon también expresiones del latido como tú dices de la ciudad. Y de las libertades logradas. Y por lo tanto, un triunfo de la convivencia.
Un saludo paisano.
Elvira
Gracias por tu comentario, Elvira.
ResponderEliminarUn abrazo.