diario de un vallisoletano curioso

martes, 30 de agosto de 2011

La abeja ciclista



¿Por qué no? ¿Quién dice que los edificios no deben exhibir elementos decorativos más allá de los tradicionales que los arquitectos han introducido al construirlos? Muchos de los edificios que se rehabilitan, perdón, que se reconstruyen simulando rehabilitación (ya se sabe que de lo antiguo queda como mucho un lienzo de fachada y según cómo) son opacos, seriados, estéticamente pobres. En el Centro, de lo que se está rehaciendo poco se salva en cuanto a armonía creativa. La armonía es aburrida, se justifica con que las casas eran así hace siglos y se mantiene una sosería formales y decorativas francamente poco atrayentes. Más que armonía resulta clon, y muchos de los edificios dan la impresión de ser viejos en poco tiempo. Pero viejos no de pátina y clase histórica, sino en el sentido más despectivo del término. ¿Que se pretende dar entidad de conjunto de esta manera a un casco histórico que no existe y que la especulación iniciada en el franquismo se cargó ? Pues si acaso da el pego a la mirada de los visitantes, para los de casa es poco atractivo, sin duda. Para más inri, hay que ver lo poco que gusta a la ciudadanía del centro colocar macetas en los balcones (suponiendo que haya espacio en ellos, naturalmente) Así que cuando uno pasea por las calles que, no obstante señalar defectos, también ama, salta ante cualquier elemento que rompa la monotonía insulsa. Y de este modo me topé ayer con esa especie de abeja ciclista en un piso de la calle San Antonio de Padua, junto al Val. Me pareció ingenioso, divertido y que en absoluto interfiere la fachada. O tal vez sí, y está ahí para dignificarla y darla cierta alegría a la que la mano constructora no llegaba. Por mí, que cunda el ejemplo. Es un elemento de vitalidad.


domingo, 28 de agosto de 2011

La plaza de los productos ecológicos


De bote en bote el mercado del Campillo hoy. Lo diferente, lo rico, lo natural. Auspiciado por la Unión de Campesinos de Castilla y León, los productos de agricultura y elaboración ecológica han atraído a muchos vallisoletanos. Desde el pan y los derivados lácteos, pasando por las verduras, la fruta, el vino y las plantas aromáticas hacía tiempo que no se veía una muestra tan nurtrida y diversa. Que cada vez hay más gente que prefiere las garantías de los cultivos y elaboraciones libres de elementos contaminantes no hay duda alguna. Parecía un día ordinario de mercado. Los carritos carmen abundaban y pocos paseantes estaban de miranda. Me alegro por el sindicato agrario, por los cultivadores y artesanos y, en general, por toda la clientela que cada vez recela más de la agricultura intensiva que no sabe a nada y busca como alternativa de nuevo lo tradicional. Lugar de encuentros entre amigos también y todos nos preguntábamos por qué no es posible propiciar un mercadillo semanal de estas caracterísiticas. El consumidor tiene derecho a elegir. Y las autoridades obligación de proporcionar medios y vías de comercialización que satisfagan los gustos y la capacidad de elección de los vallisoletanos.





































viernes, 19 de agosto de 2011

Tiempo de mudanzas


Interprétese como se quiera la imagen. Puede ser un operario que traslada una mudanza. Puede tratarse de un ladrón (incluso de guante blanco) que nos roba la primogenitura. En tiempos agitados y de perturbación, decía no sé qué contrarreformador religioso que no convenía hacer cambios. No sé si andaba acertado, puesto que todo en esta vida es muy relativo, y hay quien de las crisis saca tajada e incluso encuentra una nueva prosperidad. Lo que tengo más claro es que cuidado con dejarnos hurtar nuestra primogenitura por los falsarios y los nuevos profetas (nada nuevos) de los mercados. A mí, las composiciones de Ginés en el bolo del Caño Argales siempre me hacen pensar.





jueves, 18 de agosto de 2011

Trapería


Habrá a quien le guste las banderas mucho, poco, nada o les dé igual. Al fin y al cabo son meros símbolos y ya no están tan claras las identificaciones del personal con ellas. Porque si lo que supuestamente representan las banderas funcionan con sus más y sus menos, desde luego el símbolo no lo va a corregir, sino la actitud y el acuerdo que los ciudadanos establezcan. De cualquier manera lo que da grima es ver colgando un trapo. Para eso es mejor que dejen los mástiles vacíos o que se quiten, que así veriamos las fachadas mejor. Y encima tenía que pasar con la insignia por excelencia de nuestra Comunidad. No sé si será un reflejo más de esta fusión moderna de lo que los políticos de la Transición dieron en llamar Castilla & León. Colgando hoy de la fachada del colegio García Quintana, Plaza de España. Hay que reconocer que el surrealismo sigue siendo díscolo y representativo en nuestro país.



martes, 16 de agosto de 2011

La caída


Resulta raro ver una rama de cierta envergadura caída en esta época del año. Sin haber mediado viento ni tormenta. ¿Estaría el mal en la propia estructura del árbol? Cada vez me convenzo más de que cualquier elemento de la naturaleza se rige por leyes análogas. Y que los humanos somos reflejos de una naturaleza más amplia. Al mediodía, en la Plaza del Ejército. Y los municipales sin enterarse. Y los jubilados sin inmutarse. ¿Qué tendrá una rama, qué tendrá, que da lástima verla de esta guisa?







viernes, 12 de agosto de 2011

Cuando el 15M es lúdico



Podrían ser las Bodas de Cadmo y Harmonia, ya se sabe, aquella última ocasión en que los dioses del Olimpo se sentaron a la mesa con los hombres para una fiesta. Pero no se trataba sino de una parodia que algunos actuantes del 15M desarrollaron ayer en la Plaza de España, a la vera del mercado de hortalizas y fruta. Al espectáculo lo llamaban las bodas entre el Capitalismo y el Gobierno. Simulación de los novios, de los disidentes críticos que les increpan, de las fuerzas de orden público que les reprime. Simulación lograda y divertida, como conjurando las otras bodas, las otras disidencias de tono más fuerte y las represiones que aún no han llegado en toda su contundencia, y que ojala no lleguen. Con este tipo de acciones de calle, el movimiento 15M pretende mantener latente la corriente crítica durante el verano. Porque más tarde llegará septiembre, el otoño que puede ser caliente y entonces lo lúdico dará paso a algo más severo. Si las acciones de protesta pacífica se mantienen serán ejemplares. Provocaciones no faltarán, seguro. Pero no adelantemos acontecimientos. De momento, lo que tiene Valladolid hoy por hoy es bastante vitalidad expresiva, y la calle lo demuestra.



















domingo, 7 de agosto de 2011

Domingos de mercado


Es parte del Valladolid de los domingos. Con un viejo historial nómada a sus espaldas, el mercadillo se consolida en los terrenos adjuntos al Estadio de fútbol. Aunque el lugar adjudicado a la fuerza hace tiempo siga sin ser del gusto de los instalados. ¿Cuántas ubicaciones anteriores tienen en su haber? La Plaza de Cantarranillas, la Plaza de Portugalete, La Rubia, Usos Múltiples...¿me dejo alguno? Y a mí se me antoja que ahora tiene un aire más multirracial que nunca. Los viejos y nuevos vallisoletanos se mezclan entre las calles de los tenderetes. Se amontonan sobre los puestos de ropa y de libros de segunda mano, de bisutería e imitación, de ropa y de trastos viejos, de antigüedades o de bicicletas...Perfil de los domingos por la mañana.

































viernes, 5 de agosto de 2011

Tiempo de navegación


La familia de los Catarro retoma la navegación del Campo Grande. Luis Gallego, con treinta y cuatro años pilotando La paloma, murió en abril, pero nuevos barqueros han tomado el relevo. Durante los últimos meses las obras de acondicionamiento del estanque y el firme del entorno han demorado este servicio de pasajeros sin edad y con ilusión. Todo llega. La vieja ruta que pasa junto a la cascada y la isla está de nuevo en funcionamiento. Eliseo estaba allí, echando una mano y dándole al noble ejercicio del remo. Pendiente siempre de los chicos y solícito con quienes se suben a la barca.