diario de un vallisoletano curioso

domingo, 24 de enero de 2010

Estética contra estética

Incomprensible. Nunca he entendido cómo se les pudo ocurrir a las autoridades de la ciudad la ubicación de semejante escultura en el Patio Herreriano. Y la desdichada jugada procede de 2001. Obra que ya de por sí costaría un buen precio a la ciudad, puesto que fue realizada por el cotizado pintor y escultor realista -en este caso excesivamente hiperrealista- Antonio López y sus hermanos Julio y Francisco.

Le doy vueltas al asunto y no se me ocurren sino dos explicaciones. Por una parte, que sigue existiendo la extendida costumbre del peloteo en este país. Y por otra, la ausencia de criterios artísticos razonables entre los responsables del encargo, y/o al menos de sentido sobre la conveniente ubicación de una obra.
El Patio Herreriano es por sí mismo una unidad armónica que no precisa más que de un elemento: su propio espacio interior vacío. Y una atención: el mantenimiento a lo largo de los años. Es una estructura medida y completa de la mano y trazado de Juan de Herrera. Todos sabemos los avatares históricos del edificio: la desamortización que se cebó sobre el Monasterio de San Benito o la posterior transformación en cuartel del Ejército. Si ya su rescate fue un triunfo para la sociedad civil, y la recuperación resultó francamente buena, por favor, no lo estropeen con la invasión del patio por parte de un grupo escultórico circunstancial, sin gran interés artístico. Desde luego, la composición ya puede ser todo lo cordial y familiarmente expresiva que se quiera, pero el tamaño destroza con su gigantismo el entorno. Este grupo a dos, independientemente de que recuerda el abusivo culto a la personalidad que tanto ha caracterizado la historia de las naciones, tiene una dimensión que, en todo caso, precisaría de una situación en modo alguno a ras de suelo. Dicho de otra forma: ni es el lugar ni es la manera.


¿Un caso de Política contra Estética? Ni siquiera eso. Pienso más bien que aquí se produce un choque entre estética con minúsculas, la de los funcionarios sedientos de complacer a una representación del Poder del Estado, y la Estética herreriana, la obra originaria del arquitecto, que bastante tiene con sobrevivir a la incuria del tiempo. Es de desear que no sucumba a la mole desproporcionada que ocupa su cuadrilátero. Esta imagen, de momento, y ya va para nueve años, está francamente dañada.



Y eso se produce en lo que además es parte de un Museo reciente -de Arte Contemporáneo- que debería vigilar con sumo cuidado los elementos que lo componen. Miren si se concederá escasa importancia a la escultura que, si buscas en la página web del Museo, pasa prácticamente de refilón. Como si a nadie gustase, pero no se atrevieran a decirlo. Por lo demás, disfruten de las fotografías, complázcanse en la obra del inmenso Herrera y midan las proporciones. Admiren los frutos de sus columnas toscanas y ese cuerpo superior airoso en su justo punto.





6 comentarios:

  1. SEgún mis noticias esa mole escultórica estaba prevista para otro lugar, muy lejano de Valladolid. Al final aterrizó en la villa del Pisuerga donde no pega ni con cola, y no encontró otra ubicación que en uno de los edificios emblemáticos de la ciudad, propiedad de su Ayuntamiento, donde las decisiones las tomas quien las tomas. La señora del grupo preside el Paraninfo de la Universidad, de la que es Doctora honoris causa, sin que ninguna otra Universidad española se haya atrevido a hacer algo así, pues ningun mérito científico orna el curriculum de la dama. No creo que la pareja real tenga la culpa, sino quienes pelotean en esta ciudad digna de mejor suerte

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  2. Fernando, me alegro que ratifiques mi malestar. Se hacen las cosas por hacer y malamente. El que los personajes del grupo escultórico no tengan la culpa no quiere decir que no sean co-rresponsables de la injusticia estética. De ellos mismos, y de su Casa gestora, debería haber salido el desacuerdo. Pero una de dos, o les importa un pito la burrada estética o les encanta en extremo que se les lleve en andas. O las dos cosas.

    Por otra parte, poco favor se hace a la memoria de Juan de Herrera si no se levantan voces -principalmente provenientes de los profesionales de la arquitectura y en general del arte- que denuncien la tropelía. Siempre se está a tiempo, señores del Colegio de Arquitectos y Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción, Departamentos de Arte de la Universidad, etc.

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  3. He leído varios artículos suyos y lo que descubro es una profunda ignarancia. El respeto que reclama para cualquier tiempo pasado lo hace desde el NO A TODO lo nuevo.

    Como detalle comentarle que el llamado Patio Herreriano fue proyectado por el arquitecto Juan del Rivero Rada, y la única relación que puede ligarle a Juan de Herrera es su contemporaneidad. El estilo/lenguaje arquitectónico es más estilizado, además de utilizar otros recursos... en fin.

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  4. Buen día tengas, Anónimo. Como no vendo nada y sólo pretendo obtener satisfacción con el descubrimiento de mi propia ciudad, te agradezco enormemente cualquier contibución a deshacer entuertos, que decían nuestros clásicos.

    No pongo en duda mi ignorancia, que uno no la percibe ni profunda ni superficial, sino que uno simplemente es consciente de sus límites de información. Y por lo tanto eso puede dificultar el propio conocimiento. Como no soy especialista alguno en la materia -y fíjate si los especialistas no se equivocan con ordinaria frcuencia- pues lo tengo más difícil para asimilar los procesos de las obras realizadas a lo largo de la historia del urbanismo y de la arquitectura vallisoletano.

    Sólo puedo decirte que me mueve un pequeño y desinteresado afán por ver con todas las miradas posibles lo que me rodea. Y que me siento impulsivo y libre para comentar lo que me parece bien o mal, al menos hoy. Si luego alguien me da pistas para verlo de otra manera, corrijo. No me duelen prendas en aceptar las cosas una vez se me demuestran.

    No estoy de acuerdo en quereclame respeto al pasado arremetiendo contra lo nuevo. Exijo respeto al pasado si lo "nuevo" interfiere, ataca o desvirtúa el sentido de ese pasado. Así, por ejemplo, lo siento en este post donde las estatuas de los vigentes monarcas españoles sobran en este marco dotado de sentido por sí mismo. ¿No te parece a ti? Tu opinión al respecto me sería muy útil. Me gustaría por otra parte me pusieras otros ejemplos en que parece que doy más importancia al pasado y desprecio lo nuevo.

    Respecto a la autoría que señalas acerca del Patio Herreriano, pues pido disculpas. No tanto por mi ignorancia, que es natural en cualquier individuo, sino por no haberme preocupado debidamente en indagar. Reconozco ue el repetir permanentemenete lo de Patio Herreriano lleva a deducciones falsas. Pero eso demostraría también lo poco que se ha potenciado en esta ciudad el conocimiento de los arquitectos, escultores o artífices para los ciudadanos comunes como yo.

    En fin, que te agradezco de corazón me saques del entuerto. Del mismo modo soy receptivo a que me comentes otras anomalías, deficiencias, inexactitudes o desconocimientos que hayas observados en el blog.

    Las críticas basadas son provechosas, y las acepto, concretándolas, naturalmente. Ayuda. Intentaré no meter la pata en lo posible.

    Pasa cuando quieras por estas páginas, si no te dan mucho repelús mis limitaciones. A mi me vendría muy bien para aprender.

    Siempre cordialmente, estimado paisano anónimo.

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  5. Agradezco que te lo tomes con tanta filosofía y receptividad.
    Ejemplo del NO A TODO LO NUEVO, pues sin ir mas allá, la referencia has realizado al nuevo edificio para la Federación Regional de Municipios y Provincias como "gol al río Pisuerga, al (mal llamado)Puente Colgante y la ciudad.
    Fue objeto de un concurso público con un tribunal cualificado, y por mi parte se tratará -una vez terminado- de un magnífico testimominio de la cultura arquitectónica de la que adolece esta ciudad que algunos amamos.

    Un saludo

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  6. Estimado amigo, permite que te llame así porque veo que nos vincula el aprecio y el amor a la ciudad. Me gusta que nos aproximemos por lo positivo en lugar de distanciarnos por la discrepancia.

    Admito que soy reticente a que se construya a estas alturas un edificio tan próximo a la ribera del río y junto a un monumento como el Puente que No es Colgante cuya visión desde un extremo queda interferida, a mi modo de ver. No tengo mayor información sobre el mismo, como deduzco que tú si que tienes, por lo que me baso en la imagen que da ese muro de cemento que se muestra de momento.

    Si cuando esté terminado lo veo de otra manera, no dudes que rectificaré mi criterio. Por otra parte, si deseas ampliarme la información o tu opinión en privado, puedes utilizar con libertad mi correo electrónico. Me vendrá bien. Reconozco que tengo que aprender mucho todavía.

    Cirdial saludo.

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