¿Barbos? Bueno, no sé si son barbos o qué, la verdad es que ignoro todo sobre los peces del Pisuerga. Pueden ser barbos, truchas, bermejuelas, carpas o tencas. Hay más especies de las que nos pensamos. Y la crecida del río me llevó por inercia a ellos. La sorpresa fue descubrir que también tenemos muros decorados en nuestra ciudad con temas de vida. Pinturas que ilustran la fauna de los ríos o la de los árboles, o el trajín de los campesinos de otros tiempos. Creaciones que alegran, estimulantes y representativas del entorno. Algo más que el grafito anodino y unipersonal con el cual el yogurín que no quiere acabar de crecer trata de autoafirmarse. Porque si quisiera, el grafitero el tosco y vulgar que daña más que dibuja, optaría por tirar el spray o bien ponerse a la tarea de crear arte.
Como esta obra que he encontrado a orillas del Canal de Castilla, en esa zona semiselvática (sic, todo un entorno especial, hay que verlo) que existe camino de su desembocadura en el Pisuerga. Ahí, a un paso del Puente Mayor, en el lado de la Huerta del Rey. Un agradable paseo por cuya obra hay que felicitar a la iniciativa municipal. Otro día colgaré más motivos que hallé por esa zona. Ésta es la ciudad que a mi me gusta y que me deja buen cuerpo.
Hola. Una preciosidad de peces, de exposición y de alegría. No me la pierdo.
ResponderEliminarGracias por ver esta parte de la ciudad y comunicarla.
Elvira Santos
Gracias a ti, Elvira, por pasar por aquí. A mi también me sorprendió extraordinariamente toda esta zona. En general toda la parte de la dársena del canal y esta conversión en riachuelo por unos pocos metros hasta acabar sus aguas en el Pisuerga creo que ha sido revalorizada. El Canal es un gran olvidado de los vallisoletanos. Tal vez también debería cuidarse mucho más su entorno.
ResponderEliminarEn fin, que tenemos tanto heredado y no sé hasta qué punto sabemos administrar la herencia.
Buenas noches.