Me daban ganas de dejar en el misterio las caras reproducidas en las entregas anteriores que se han ido sucediendo. Y en cierto modo, así va a ser. Sólo diré que se encuentran en las adargas que exhiben los salvajes y algunos guerreros de las esculturas existentes en la fachada del Colegio de San Gregorio, dicho también Museo de Escultura.
Eso en cuanto a la parte de ubicación, por si alguien que lea esto tiene ganas de pasar a contemplarlas. El placer lo tiene asegurado. A mi me sorprenden enormemente. En cuanto al significado de estos rostros, de momento lo ignoro. Sé que tanto los salvajes como las representaciones fantasiosas como estas caras, entre otro sinfín de motivos, monstruos, figuraciones o quimeras, ya se estilaban a lo largo de varios siglos de la llamada Edad Media. Pero el matiz de cada jeta expuesta aquí lo desconozco. Mas empeñado estoy en indagarlo. Como tienen mucho de apariciones y de ironías sarcásticas, he optado por esos titulares interrogativos divertidos. Pero podrían verse también de otras maneras.
La fachada de San Gregorio en un día de niebla no da idea del complejo escultórico hermosísimo que lo cubre. Tanto en formas estéticas como en significados. Prometo ofrecer nuevas visiones. Simplemente por el placer de la contemplación.
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