diario de un vallisoletano curioso

sábado, 9 de enero de 2010

El Puente de los Candados

¿Se está convirtiendo la pasarela peatonal que va desde el Cuatro de Marzo a Parquesol en un nuevo Puente de los Enamorados? Lo digo porque nos encontramos ante un sugerente y curioso ritual. Parejas que deciden encadenar y tal vez confiar su amor a un candado sujeto a la rejilla de la pasarela. Nada nuevo respecto a la necesidad que tiene el púber o no tan adolescente de vincularse y sentirse seguro en el vínculo. Espectacular en tanto en cuanto el puente peatonal lleva camino de denominarse también Puente de los Candados.

La muestra reducida de estas fotografías da idea de la tendencia. El puente representa también la unión entre dos extremos. Atracción temerosa. Saltar de lo conocido, pero insuficiente, a la fe en lo desconocido, pero atrayente. Simbólica elección. Si se halla sobre las aguas, en este caso el río Pisuerga, y a merced de los vientos, el símbolo se sobrecarga de fuerza telúrica. Arriesgada decisión. ¿Quién garantiza la firmeza y la duración de la entrega mutua? El candado es la respuesta. Respuesta icónica a una motivación emocional. Se delega en el candado para respaldar la autoafirmación del chico y la chica.

Preguntas ingenuas. Si la pareja se rompe, ¿permanece el candado puesto o se olvidan de él? ¿O van ambos a descolgar el candado? ¿O sólo el despechado? He visto algunas huellas en la reja de la barandilla que sugieren que allí hubo algunos puestos y ya no lo están. Al menos, son consecuentes, y no les parece de recibo que permanezca un símbolo cuando no existe lo efectivo. El candado, ahí sometido día y noche a los elementos y a las estaciones, ¿tiene poder taumatúrgico? El candado rubricado por dos nombres, a veces tres, ¿es objeto de visita periódica por la pareja para ratificarse ante el símbolo? Un candado, ¿puede adjuntar otros candados? ¿Eso significaría que amplía los vínculos o que permite que se mantengan paralelamente unos con otros? Cada candado preserva un amor. También un secreto. Posiblemente un significado intransferible.




4 comentarios:

  1. "Perdona si te llamo amor"
    O el poder de un libro.
    Ya he leido que en algún puente han mandado quitarlos todos por el peso y el peligro para la estructura del puente.
    En Florencia multan si te ven poniendolos.
    Una amiga quiso arriesgarse al ir de vacaciones con el novio y ...gran bronca porque el pasaba de poner el candadito

    ResponderEliminar
  2. Muy bien por tu información. Estás al loro de temas que desconozco. Me gusta. No dejes de opinar y de aportar ideas.

    Es que lo del candadito tiene una lectura de amor como propiedad y dependencia que abruma...No quería hablar de ello en el post, pero me lo estoy pensando. O hazlo tú.

    Buen domingo descansado.

    ResponderEliminar
  3. Buenas fotos. Y muy bune blog. Por cierto, para rincón curioso de Valladolid échale un vistazo a la foto de fondo del myspace de El Meister. ¿Sabes dónde está eso?

    www.myspace.com/meisterjam

    ResponderEliminar
  4. Gracias, Vaderetro por tu estímulo. El caso es que es como si me sonara ese fondo ese callejón o ese patio trasero. Interfieren las cosas que hay colgadas delante. Parece uno de esos corrales tipo el de Boteros o el de Ricote, tal vez. Se acepta aclaración.

    No conocía el blog del Meister ni el tuyo, así que os voy a añadir a la lista del Píllala.

    Gracias por pasarte por aquí. Cuand gustes de nuevo.

    ResponderEliminar