diario de un vallisoletano curioso

sábado, 20 de marzo de 2010

Nada por delante...y nada por detrás


Si fuera un monumento del realismo de nuestro tiempo se diría que representa la subida descomunal del precio de la vivienda. En equilibrio precario, naturalmente, con la acechadora especulación inmobiliaria y su consiguiente burbuja hecha añicos.

Pero se erigió con otra advocación, por eso de que había que llenar la ciudad de representaciones y emblemas que nos hicieran más "modernos". Y por aquello de que hay un festival llamado Semana de Cine de Valladolid, pues había que colocar una insignia escultórica en alguna parte, vinculada al tema. Que se vea la grandiosidad provinciana, ea. Porque todo este montaje, y nunca mejor dicho, todo este atrezzo que representa el conjunto denominado Monumento al Cine es nada más ni nada menos que una escultura. Donde los materiales hablan o enmudecen, según con qué ojos se mire la obra.



Que hay alegoría, nadie lo duda. En la casita quebradiza allá en lo alto hay quien ve la casa de Psicosis de Hitchcock, o eso debió contar el autor de la obra. Los filtros, andamios, pantallas de plástico, escaleras y demás representarían los efectos especiales, las maquetas y los escenarios de falsete. Está ubicada en una rotonda de nuevo cuño, justo allí donde terminaban los diezmados Jardines de la Rubia. Los Jardines de la Rubia eran unos jardines de verdad, hasta que la dictadura del tráfico y los criterios municipales los abrieron en canal, trazando la prolongación del Paseo de Zorrilla.

A mi me cae simpática la obra. Tampoco es que la perspectiva urbanística que aquí se abre me merezca más entusiasmo, de ahí que diga que me cae bien, como algo entre chusco y divertido. ¿Que es el clásico monumento -y tal vez sea demasiado excelso denominarlo así- ante el cual la gente ni se para ni apenas mira? Es que los paisanos son unos desagradecidos, hombre. ¿O demasiado académicos? ¿O simplemente no hallan significado? Y si no encuentran identificación con una obra, ¿para qué sirve una escultura? Bueno, siempre hay una ocasión para observarlo con cierto afán, por ejemplo mientras el automovilista de turno se emplaza ante el semáforo en rojo y se hurga en la nariz. Para algunos ése debe ser el momento más inspirado para contemplar el Monumento al Cine.

6 comentarios:

  1. Qué serie de fotos tan buena has hecho de este ¿monumento?. Aún no conozco a nadie de Pucela al que le guste, a mí me parece fea, la verdad sea dicha, pero por otro lado tiene un toque divertido. En fin, lo que no sabía era que homenajea al cine. No dejo de aprender cosas, jeje. Un beso!

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  2. Me apetecía acceder con otra visión a la casa. Acercarme lo suficiente para ver y distinguir que es lo que es: una tramoya. Vista así puede ser comprendido el monumento. Otra cosa es que lo aceptemos.

    Uno, que es de por sí generoso, pero no para todo, lo vio con ojos de niño. Prueba un día a acercarte, plantarte debajo, pisando la hierba, y da la vuelta sobre el bordillo a todo el montaje.

    Te advierto que hay cosas peores, que también se pretenden monumentos, incluso plásticos. Alguno sacaré, ya verás.

    Valladolid es divertido si se patea, sin prisa y sin mediatizarse por el vallisoletano, ja.

    Un beso.

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  3. ¡Cuidado que me parece horrorosa la escultura!
    La he estado viendo 2 veces al día durante años y siempre me parecio feisima.
    Aún asi tengo alguna foto de ella

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  4. Jajaja, mira que no hay nadie que hable bien de la pobre. Yo tuve que ir el otro día con la nikon y recorrerla en la vertical, y me importaba un pito que me viera un guardia, para tener una impresión algo más salvífica.

    Por cierto, me quedé con ganas de escalar hasta la casita.

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  5. Cada vez que veo esta casa me recuerda a la de Dorothy volando por el tornado en El Mago de Oz. Me gusta esa peli y lo tengo asociado. Pero la verdad... es que esta escultura no me gusta na!

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  6. Jajaja, ¿pero es que no hay ni un vallisoletano al que le parezca algo de algo positivo esta escultura en materia estética? El escultor-vendedor diría, de oir el significado que tú le das, que mira, ya cumple su función social, a alguien le dice algo, aunque sea relacionado con el Mago de Oz.

    No me quiero poner serio, pero cosas como éstas suceden por dar un cheque en blanco a los que salen elegidos en las elecciones municipales. Me gustaría conocer la opinión del alcalde al respecto; seguro que tampoco le va; pero daría igual preguntarle, se saldría por peteneras.

    Anaïs: paciencia. Llegarán tiempos con mejores criterios de belleza y armónicos. Bueno, lo deseo. Porque van ligados a otros comportamientos: política, ética, etc.

    Un beso.

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