La belleza plena de esos espacios vacíos. Pasillos sin fin, arcos muy abiertos, vanos que se proyectan, ventanales que sobredimensionan todo. Triunfo de la transparencia. Del vacío cálido. Todo lo opuesto al horror vacui del arte barroco que se encarna en gran parte de la obra del museo. El lugar, de aparente y mero tránsito, se convirtió en uno de los objetos de visión exquisitos en mi visita al Museo Colegio de San Gregorio (antes de Escultura Policromada), tras la última recuperación arquitectónica. Un museo debe proporcionar un continente acorde con el contenido. Más. Debe ser una obra con significado por sí misma, independientemente de lo que preserve uterinamente. Lo recorres, dejándote llevar por la sorpresa. Como si no lo hubieras visto antes del último parto. Si encima te olvidas de las piezas por algún instante y buscas sólo el entorno, caerás en el deslumbramiento. La seducción por los espacios acogedores. ¿Dónde he visto yo espacios como estos? ¿En películas de Carl T. Dreyer, tal vez? ¿En fotografías de Roman Rolanc, acaso?
Fascinante pasaje. No me lo tengo que perder. A ver si me propongo visitar pronto el museo.
ResponderEliminarGracias, paisano.
Elvira.
Recomendable total. Un acierto, prefiero no decir más. Cuando lo veas, exprésalo tú si quieres. Por mi parte, pienso seguir mostrando aquí continentes y contenidos. Es un mundo ese edificio.
ResponderEliminarGracias a ti por pasarte y comentar.
Cuanto me gustaría recorrerlo. Imagino retumbar mis pasos entre tanto silencio.
ResponderEliminarSaludos
Anuska
Eh, Anuska, que no es un monasterio. Y siempre tendrás la intercepción de los visitantes. Pero puedes probar.
ResponderEliminarSaludos.
Hace mucho que no pasaba por el blog.
ResponderEliminarMe gusta el cambio de look.
Tengo que volver al museo que hace años que no voy,y con tú entrada me han dado ganas :)
Bati. Un cambiazo total respecto a lo que había anteriormente. Me refiero en cuanto a criterios de museología y sistema de exposición. Así como readaptación de espacios y del edificio en general. No lo dejes. Es un tesoro.
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