Este conjunto de esculturas apenas tiene diez años escasos, y salió de la mano y el talento de Escalona. Uno de los artífices que se han ido definitivamente en estos últimos tiempos. Que representa a un rebaño, es de Perogrullo. Lo que se sabe menos es que está ubicado donde está por una razón histórica. Al principio del barrio de la Cañada de Puente Duero, porque precisamente por allí pasa una de las Cañadas Reales -en concreto la Cañada Real Leonesa Oriental- por donde los rebaños trashumantes se movilizaban en sentido Norte-Sur a lo largo del año para buscar los pastos. Una misión secular de lo más digno que ha habido en este país.La escultura del rebaño, ubicada sobre una peana en un espacio ajardinado frente a Vallsur y ante la calle principal de La Cañada, puede pasar desapercibida. Pero me parece uno de los monumentos más nobles erigidos en nuestra ciudad. Nada menos que una alegoría del trabajo del pastoreo, cuyos méritos han caído ya en el olvido. El crecimiento urbanístico desmedido, el tráfico y sus nuevos viales, el desdibujamiento de las poblaciones tradicionales y la ocupación ilegal de terrenos que son de uso público han eclipsado los trazados tradicionales de las Cañadas Reales. Unos recorridos tan fastuosos como las calzadas romanas, que fueron consagradas por la Mesta en el siglo XIII.
Me parece una idea muy bonita recordar La trashumancia hacia las tierras extremeñas supongo.
ResponderEliminarDeberían poner algo parecido en todas las cañadas que cruzan el pais.
Anuska
Una rectificación ligeramente pedantorra. Pasaba y pasa. La Cañada Real, digo. Que aunque en desuso, aún siguen siendo. Y si usted y yo mañana nos proponemos pasar por allí con las ovejas, no nos pueden decir ni mu. A lo sumo be. Y lo harían las ovejas, claro.
ResponderEliminarY tiene razón. Casi pasa desapercibida. Una pena. Y es que me da que en esa especie de fiebre escultórica que nos hemos metido en los últimos años hay muchas que se han utilizado como "relleno". Que no están situadas en el lugar más idóneo o con la amplitud y espacio que necesitan.
Un saludo.
Comparto tu criterio, Anuska. El recuerdo es lo mínimo que se merece una actividad de largo recorrido y tan vinculada a la esencia indígena. Mi padre fue pastor de la tierra, aunque no trashumante. Yo viví mucho el tema de las ovejas de su propia voz. Fascinante y extremadamente duro en aquellos tiempos.
ResponderEliminarBuen día.
Adanero, en absoluto has estdo pedante. Me has rectificado como debe ser. Y yo también, ya lo he dejado en presente de indicativo. En efecto, el estatus sigue siendo de Cañada Real, y otra cosa es que ahora la trashumancia se haga en camiones y ya no se utilicen las rutas tradicionales. Y tienes razón, pueden ser usadas en cualquier momento.
ResponderEliminarRespecto a la fiebre de esculturas, comparto tu opinión, ya lo expuse en otro post. Por una parte hay esculturas interesantes que no están bien situadas (la del imaginero frente al Calderón) Por otra hay esculturas que son una marranada anitestética, carente de mérito (la de Gabarrón en la confluencia entre fin del Paseo de Zorrilla con Carretera de Rueda) Por otra, espacios que reclamarían una escultura y no hay nada. O estatuas menores que se han colocado sobre la marcha, para satisfacer a algún ente ciudadano, y si te das cuenta, muchas de ellas de los últimos años parecen proceder de la cartera de suministradores del partido que gobierna la municipalidad. Lo mismo sucede en otras ciudades.
Valladolid tiene déficit total de esculturas históricas, porque las más señeras son del XIX y principios del XX y mejor no entremos a comentar su estilo ahora. Menos mal que San Pablo y San Gregorio son verdaderas fachadas-escultura, pero su función es diferente.
Un abrazo y buen día pluvioso, luego criador.
Mira tú
ResponderEliminarEsta si me gustaba.
La veia todos los dias cuando llevaba el ingreso de la tienda al banco
Y siempre me ha gustado.
Y a los pajarillos también,por ahi he visto gorrioncillos,maricas,lavanderas y algún petirrojo
Bati, vas sabiendo mirar. Cada vez más y mejor. Compartimos el gusto por lo sencillo y lo sinceramente representativo. A mi me falta mucho por aprender. Por ejemplo a saber observar a las aves. ¿Tendré que volver a nacer para ello? Pues si es necesario, se nace nuevamente.
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