diario de un vallisoletano curioso

lunes, 29 de marzo de 2010

De cortejos y otras bellezas

Hasta ahora no había pillado con mi cámara a los pavos reales en plena ceremonia de cortejo. Los machos desplegando su larga cola en abanico en su afán seductivo. A veces la sacuden produciendo un ruido característico de varilleo que impresiona. Qué paisaje de belleza eclipsa el entorno. Hay varios disputándose el interés de las hembras. Emiten graznidos que te recuerdan a los niños o a los gatos. Su desfile procesional aparece calmo y exhibidor a los ojos del paseante. Estás en su territorio. Puedes observar, pero jamás interferir. Reconforta el espectáculo visual que deslumbra nuestra mirada.


2 comentarios:

  1. Qué bonito. Tengo el recuerdo del cortejo de los pavos reales desde la infancia. Afortunadamente en Valladolid lo tenemos siempre disponible en el Campo Grande

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  2. Hola, Anaïs. Me pasa como a ti, pero, lamentablemente, el tiempo de las ocupaciones ha hecho que haya estado años pisando poco el parque. Y que escenas como éstas casi las hubiera olvidado.

    Por otra parte, el ritual me hace permanecer vergonzante y respetuoso. En ese momento, sobramos los humanos. No soportaría que un niño o un gamberro alterara el lenguaje de aproximación que desencadenan los pavos reales.

    Gracias por pasarte.

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