Cuando los ojos privados se exponen al público

La exposición de fotografía de estos días en la Sala Municipal de San Benito es para no perdérsela. Ya es una tradición vigorosa el paso por esta sala de diversas exposiciones fotográficas, todas interesantes y muchas de ellas deslumbrantes. La actual, titulada con muy buen criterio Ojos privados (Privates eyes), reúne a treinta autores de la colección de Laurence G. Miller.

Laurence Miller es un coleccionista norteamericano de raza que tiene infinidad de artistas de la cámara entre sus filas. Joan Colom, Fan Ho, Brassaï, Michael Spano, Val Telberg, Shoji Ueda, Helen Levitt...figuran entre el plantel de autores cuyas obras contemplamos en las paredes de San Benito. La selección, efectuada según el propio criterio del galerista, se titula Ojos privados porque refleja el perfil de un tipo de fotógrafo. En sus propias palabras, se trata de contar con un artista dedicado a la búsqueda constante del significado y del placer, que dedica la mayor parte del día a trabajar en privado y a quien no le importa (ni necesita) la fama, el reconocimiento o las recompensas económicas.

En esta exposición cada fotografía se apodera del visitante. Bien se trate de una perspectiva paisajística, o ya de una escena costumbrista o antropológica, o de una composición onírica, o de una representación surrealista, o simplemente sea una crónica de un instante fugaz de calle o de frente de batalla, en cada fotografía hay una mirada que se traslada al espectador. Hay un vínculo entre los motivos y las intenciones que hacen que el observador se fije magnéticamente no ante la foto en sí sino en el mismo lugar donde se desarrolla una acción casual o una imagen recreada.

En definitiva, esta exposición es imprescindible, no sólo por la talla de los autores que están representados sino por la calidad que rezuman al cien por cien todas y cada una de las fotografías. Sólo queda ésta y la próxima semana para disfrutar la mirada privada del coleccionista Miller.