diario de un vallisoletano curioso

domingo, 20 de diciembre de 2009

Neptuno autista

Hay días en que el vallisoletano curioso amanece introvertido. Prefiere parar. Mirar para otro lado. Mejor hablar con las estatuas. O acaso sentirse como ellas, observando el fluir desde una orilla.

El Campo Grande siempre es una buena excusa para la abstracción. Los motivos que lo habitan son diferentes a los competitivos de la vida ordinaria. Neptuno, asomado en su guarida de otoño, y que conoce muy bien las cuatro estaciones, puede ser un modelo de ver pasar los acontecimientos.

A él no le importa que hoy esté siendo el día más frío, de momento. Es un hijo del océano. Y, cómo no, mira hacia la desembocadura del río que transcurre a sus pies.

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