diario de un vallisoletano curioso

jueves, 3 de diciembre de 2009

Barras tachadas


Hay veces que se pillan pintadas callejeras que no se entienden. O que no se quieren entender. O simplemente se pasa de ellas. Cosas de piraos, dicen algunos. A mi me intrigan. ¿La mano negra denuncia o exagera? Alguien pone en cuestión el sistema de control social de los jóvenes conflictivos. Alguien sugiere métodos dudosos. Alguien tendría que explicarnos su significado. Tengo dudas respecto a la posibilidad de encauzar la rebelión individual latente, y más cuando se ofrecen modelos de proyección personal extremadamente competitivos y clasistas.

Alguien tendría que hablar de los límites culturales de los ciudadanos. ¿Alguien? Todos deberíamos entrar al trapo. Ni votar cada cuatro años ni abstenerse son respuestas para que una sociedad crezca culturalmente. ¿Tan cosificados estamos dentro del sistema de mercado que no sabemos romper la espiral de oferta y demanda que nos marca?

No sé si me salgo de madre o si se trata de un desliz onírico. Vallisoletano: escribe cien veces no volveré a pensar lo que quieren decir las pintadas que no entiendo...


4 comentarios:

  1. La violencia y el conflitcto espanta a todo el mundo. Pero la sociedad prefiere no analizar las causas, ni asumir soluciones. Sólo delega en eso llamado autoridad. Y así le va.

    ResponderEliminar
  2. La sociedad permanece viva, aunque no lo parezca. El espiritu crítico, la rebeldía, la denuncia, el compromiso, la lucha a favor de una causa noble... son actitudes que perviven y que ayudan a avanzar en un mar de injusticias, miserias y desigualdades. Las pintadas siempre encierran un mensaje que es posible desentrañar porque responden a una lógica que cobra fuerza cuando se plasma en la pared. Vivimos en una sociedad repleta de contradicciones que urge denunciar aunque sólo sea por el empeño decidido de que sean tenidas en cuenta.

    ResponderEliminar
  3. Anónimo, creo que es obvio lo que dices. La sociedad delega en sus mecanimos legales. La larga historia del Derecho va acompañada hoy por otras historias de conocimientos sobre la personalidad y el comportamiento de los individuos.

    Lo que creo que tratas de decir es que la sociedad confía excesivamente en que funcionen todos sus resortes y que mira cómodamente para otro lado cuando algo no va bien. Simplemente, lo ignora. Bueno, el hecho de que existan estas pintadas sugiere que alguien, un grupo reducido tal vez, no quiere mirar para otra parte.

    ResponderEliminar
  4. Fernando. Participo de tu opinión decidida. Yo a veces dudo de que la sociedad quiera y sepa manifestarse a tiempo, al menos de manera amplia, ante la complejidad de injusticias y barbaridades que, con frecuencia, involucran a los mismos Poderes públicos, no digo ya a las hegemonías privadas. Normalmente, son colectivos reducidos, grupos, asociaciones minoritarias, individualidades sensibles los que enarbolan las resistencias. Y bien, aunque éstas sean tenues y parezcan incluso testimoniales, ciertamente son esperanzadoras.

    Interpreto que eres favorable a que las paredes hablen, las piedras o los ladrillos clamen y el asfalto se llene con colores de exigencias de transformación.

    Gracias a Anónimo y a Fernando por pasar por aquí. Sigamos.

    ResponderEliminar