Simbolismo antiguo, no hay que olvidar el marco geográfico. Si bien Valladolid a finales del siglo XIX ya se había entregado sobradamente a la Revolución Industrial y a los mercados emergentes, no obstante las Estaciones marcan la representación iconográfica de una tierra eminentemente agrícola en aquellos tiempos. Obsérvense los aperos y los frutos, en las estatuas que no han sufrido amputaciones. Envueltas en sus vestidos al gusto grecorromano, las gráciles figuras sonríen de modo un tanto difuso y altivo desde sus pedestales. ¿Y quién se atreve a toser el poderío de las Cuatro Estaciones de la vida de los campesinos?
diario de un vallisoletano curioso
lunes, 8 de febrero de 2010
...entre las Cuatro Estaciones
Simbolismo antiguo, no hay que olvidar el marco geográfico. Si bien Valladolid a finales del siglo XIX ya se había entregado sobradamente a la Revolución Industrial y a los mercados emergentes, no obstante las Estaciones marcan la representación iconográfica de una tierra eminentemente agrícola en aquellos tiempos. Obsérvense los aperos y los frutos, en las estatuas que no han sufrido amputaciones. Envueltas en sus vestidos al gusto grecorromano, las gráciles figuras sonríen de modo un tanto difuso y altivo desde sus pedestales. ¿Y quién se atreve a toser el poderío de las Cuatro Estaciones de la vida de los campesinos?
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