Recomiendo pasarse por allí para comprobar el efecto de la luz. Las profes lo saben y se llevan en pequeñas bandadas a sus párvulos. Ellos preguntan, alguno se pasa con sus porqués, ellas se esfuerzan en relacionar hojas caídas, colores rojizos o amarillentos, con el concepto otoño. Día a día, las tonalidades cambian. Complejo mundo donde la humedad y la savia pelean por regenerarse. Asombrosamente hermoso, el Campo Grande bien vale un recorrido apacible para ver la estación que toca. Mañana, la segunda parte.
diario de un vallisoletano curioso
viernes, 5 de noviembre de 2010
Sonata de otoño
Recomiendo pasarse por allí para comprobar el efecto de la luz. Las profes lo saben y se llevan en pequeñas bandadas a sus párvulos. Ellos preguntan, alguno se pasa con sus porqués, ellas se esfuerzan en relacionar hojas caídas, colores rojizos o amarillentos, con el concepto otoño. Día a día, las tonalidades cambian. Complejo mundo donde la humedad y la savia pelean por regenerarse. Asombrosamente hermoso, el Campo Grande bien vale un recorrido apacible para ver la estación que toca. Mañana, la segunda parte.
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Aunque el mes de noviembre es muy duro para mí, debo reconocerle la variedad de matices y la felicidad de los niños corriendo felices
ResponderEliminarSaludos
Anuska
Otoño impuro y agónico. Por eso hay tanta belleza.
ResponderEliminarGracias por pasarte.