diario de un vallisoletano curioso

viernes, 16 de julio de 2010

Dioses, dragones y geniecillos

Pero esa forja se complementa con una puerta labrada. La mitología vuelve a ser el tema recurrente entre los ejemplos más lujosos o más sencillos de la arquitectura civil. En cada hoja, un dios. Atenea / Minerva a un lado. Hermes / Mercurio al otro. Esa es la impresión, pero tampoco lo tengo tan seguro. Hermes con su casco alado es inequívoco. Pero no veo claro qué ave se erige sobre la cabeza de la diosa. De todos modos, no deja de ser curioso que precisamente sean el mochuelo y el dragón los dos animales, reales o ficticios, que acompañaban su representación en la mitología clásica.

No es fácil saber a estas alturas por qué el arquitecto encargaría este vínculo. O acaso fue una ocurrencia del ebanista. De cualquier modo, o ambos estaban bien aconsejados, o ambos tenías conocimientos mucho más sabios y simbólicos que los que la pura técnica requería. Y además, ¿qué decir de esos geniecillos con acompañamiento de dragones, auspiciando esa especie de tímpano en cada hoja? Pues que también tiene su miga. El deterioro avanza desgraciadamente, y lleva un curso de borrar perfiles en las figuras. La casa casi pasa desapercibida al final de la calle Panaderos, perdida entre otras edificaciones de mayor altura producto ya del desarrollismo de los años sesenta del siglo pasado.


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