Pero las preguntas que me hacía al comienzo adquieren tintes preocupantes cuando el paseante ve que una casita adjunta a la iglesia de la Magdalena se está reforzando e incluso da la sensación de que aumenta de alguna manera su altura. ¿Va a quedar taponado del todo el viejo torreón? Uno no quiere ser negativo permanentemente, pero sufre por las actitudes nefastas de propietarios y conciudadanos que no reclaman el rescate de su propio pasado. Y Valladolid, que carece de vestigios en superficie de los diferentes recintos amurallados, no está como para ignorar uno de los que le pertenecen. Salvo que la desidia administrativa, el interés entre distintas propiedades o la ignorancia sigan habitando entre nosotros.
diario de un vallisoletano curioso
martes, 29 de diciembre de 2009
El torreón cautivo
Pero las preguntas que me hacía al comienzo adquieren tintes preocupantes cuando el paseante ve que una casita adjunta a la iglesia de la Magdalena se está reforzando e incluso da la sensación de que aumenta de alguna manera su altura. ¿Va a quedar taponado del todo el viejo torreón? Uno no quiere ser negativo permanentemente, pero sufre por las actitudes nefastas de propietarios y conciudadanos que no reclaman el rescate de su propio pasado. Y Valladolid, que carece de vestigios en superficie de los diferentes recintos amurallados, no está como para ignorar uno de los que le pertenecen. Salvo que la desidia administrativa, el interés entre distintas propiedades o la ignorancia sigan habitando entre nosotros.
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