diario de un vallisoletano curioso

martes, 25 de mayo de 2010

Leones enjaulados (por poco tiempo)

En breve quedarán liberados. Las obras de limpieza y restauración de la Fuente de la Fama, en el Campo Grande -¿alguien la reconoce de la guisa que muestran las fotografías?- no debiera tardar en llegar a su finalización. Ahí, los leones que ornan su perímetro ratifican su vocación de flujo permanente del agua de la fuente.

El monumento recupera la imagen de los leones en todo su esplendor. No es sólo su cabeza melenuda, sino una representación más amplia que a través de sus patas y pezuñas sugiere su cuerpo entero, al estilo de los leones de la Alhambra, salvando distancias, naturalmente. Los leones fueron siempre símbolos de regeneración. Desde antiguo, se les consideraba vigilantes desde el amanecer (el Orto) hasta el atardecer (el Ocaso) del recorrido efectuado por el Sol. Hay algo de representación pareja entre los rayos profusos del Sol en todas las direcciones y la melena del león, que la iconografía se encarga de hacer confluir.



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