La hora del aspa

Este año, en plena temporada de ajuste de cuentas fiscal, he encontrado carteles como éste colocados en la puerta de establecimientos comerciales y bares. Es una novedad y me ha gustado, aunque una sonrisilla se me escurra por la comisura de los labios. Se presentan como una alternativa para poner el aspa del 0,7 % destinado a otros fines que no sean las arcas de la Iglesia católica. Sin embargo, por algún sitio he leído que al menos un 35% de estos otros fines pertenecen a organizaciones sociales y onegés diversas vinculadas a la Iglesia. La pregunta surge rauda: entonces, ¿qué pasa? ¿es que Roma recibe de todas partes, algo así como orbi et urbi? Aviados estamos como no acabemos de ser laicos de una santísima vez en este Estado que nos ha tocado. Y pensar que luego, con la crisis del momento, habrá que ajustar los presupuestos en partidas de suma necesidad...