diario de un vallisoletano curioso

sábado, 1 de mayo de 2010

La sindicalista veterana


Venía delante de una pancarta con un texto que se me antoja semiutópico: “Las personas antes que los beneficios. Las ayudas públicas para el empleo digno”. Estos lemas suelen ser más un deseo que una realidad posible, tal como funciona el sistema. Por eso se llama utopía, porque aún no puede ser. O acaso jamás se consiga. Yo entiendo a los que quisieran que fuera real, pero o mucho me equivoco o la naturaleza humana ansiosa y depredadora no permite muchos márgenes. El modelo productivo se consolidó para que todos bailáramos en torno al becerro de oro. El que se ve y, sobre todo, el que no se ve y que concierne a minorías.

Y por ahí apareció Marga en la fiesta un tanto blandita de los trabajadores, con la que está cayendo. Marga ya anda jubilada de su doble condición de redactora en El Norte de Castilla -¿cuántos años te has pasado en el periódico centenario de la ciudad?- y de sindicalista bregada e incluso hasta heroica, por aquello de que también resulta esforzado resistir en sectores laborales donde no abunda la sindicación. Lo que más le gusta a uno cuando se pasa por alguna concentración ciudadana es el encuentro con glorias veteranas, que no caducas. Y comprobar que la calidad de acogimiento y de alegría permanece mutuamente. Y se manifiesta. Algo queda, pues, de los viejos tiempos en los seres humanos. Algo que no se regula por fortuna a través de la moral de los beneficios.

5 comentarios:

  1. Gente así es admirable, por su espiritu de lucha y por su insistencia indesmayable. Y siempre sonríen, o sea que no están amargados. Saben seguramente que un proyecto vital te salva de las caídas morales.

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  2. Puede ser. Pero también había muchos con rostros apesadumbrados y confusos. Creo que en este caso es más la manera de ser de cada uno y la capacidad de reacción sincera ante el encuentro fortuito. Sin negar el valor del individuo que arriesga comprometiéndose -y no es oro todo lo que reluce, pues la burocracia también es una impronta al uso- reivindico la honestidad y la alegría del reconocimiento entre viejos amigos, cómplices o compañeros.

    Gracias, Ramón, por seguir el blog.

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  3. Me encanta el tipo de personas que le saca a la vida una sonrisa o le da a la vida una sonrisa sin olvidar.

    Saludos

    Anuska

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  4. Toma, y a mi. Sobre todo, si es sincera. Las sonrisas más auténticas: las de quienes pasado el tiempo se encuentan casualmente por la calle. Es como si las viejas colaboraciones y aprecios siguieran vivos. La efusión habla siempre de vida.

    Gracias, Anuska.

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  5. Esas me chiflan.
    Salvo por los años que han caido encima, es como seguir una conversación dejada en reposo el día anterior.


    Buen día
    Anuska

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