¿Dónde está la disciplina urbanística?

Uno sigue sin entender ciertas cosas. Con instituciones municipales, regionales y estatales como jamás ha habido en la historia de España. Tanto en cantidad como en rigor y dedicación, se supone. Con entidades cívicas, asociativas, universitarias como no se había conocido anteriormente. Y alguien, yo ahora no sé quién, va y mete un gol al río Pisuerga, al Puente Colgante y a la ciudad.

Según reza el cartel de la fotografía, el extraño edificio adjunto va a ser la sede de la Federación Regional de Municipios y Provincias. No pongo en duda la necesidad de que existan organismos que coordinen lo que hay en cascada en la administración pública. Ni niego que haya que facilitar medios para sus actividades, visto que en este país sobra el dinero que da gusto.

Pero puestos a proporcionar una sede, ¿no hubiera estado mejor disponer de algún edificio histórico de los que abundan y aún quedan maltrechos o sin uso? Pienso el edificio del Parque de las Norias, antigua Azucarera, entre La Esperanza y la futura Ciudad de la Comunicación. Allí, por ejemplo, el alcalde se marcó un lavado de cara de los terrenos con vistas al cartel electoral, pero sin dotar de uso a los edificios. Resultado: abandono del edificio y del entorno ajardinado, debido a la escasa utilización por los vecinos y vendido por lo tanto al vandalismo y a la incuria.

Retomando algún edificio histórico se hubieran matado tres pájaros de un tiro: se habría salvado, por lo tanto, la dotación de la sede de la FRMP. Se habría rescatado un edificio histórico (el citado de arqueología industrial de Las Norias era sólo un ejemplo) Y se habría dejado de cometer el despropósito de levantar una mole que parece un paredón junto a la ribera del río y machacando la perspectiva del Puente Colgante.

¿Es éste el aprecio que merece a nuestras autoridades locales la tan nombrada ribera del Pisuerga? Más bien tengo la sensación, cada vez más consolidada, que lo que gusta es el relumbrón, la apariencia y el pretender ir de capitalidad al precio que sea. Francamente, ¿quién ha aprobado esta barbaridad de muro rozando un monumento histórico? ¿Es así como funciona la disciplina urbanística en Valladold?