Obra del ingeniero español Lucio del Valle, no obstante fue construido en Birmingham, y hasta los tiempos del desarrollismo de la segunda parte del siglo pasado fue una de las señas de identidad de la revolución industrial. Transitar por él siempre ha sido un placer, si bien en estos tiempos es víctima del acoso automovilístico. Salvando una luz de 68,7 metros, no deja de ser una joya disponer de este ejemplo de arquitectura de hierro en pleno centro urbano.
Pero hay más acosos para nuestro garboso Puente Colgante...
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