diario de un vallisoletano curioso

viernes, 16 de abril de 2010

Un jardín



Y que de una puerta hacen un jardín.

2 comentarios:

  1. Reflejos en un cristal "dorado".
    Loco andaba yo intentando dar con el jardín de forja. La foto de la hoja dejaba ver de fondo un edificio histórico. Buena pista. Pero esos aparatos de aire acondicionado, aparte de desentonar, me han despistado.
    La foto de las rosas anunciaba más. Sí. Edificio histórico. Iglesia tal vez. Y te anunciaba también a ti. Aunque más silueta que definición.
    Tercera foto. Los laureles. Despiste total. Edificio histórico con un rótulo actual. Buf. Qué pereza.
    El jardín al completo. Bien se leen cosillas. Pero al revés. Foto al Photoshop. Rotamos et voilà. Centro comercial y cuchillería. El centro comercial en el edificio histórico que pasó a histérico y la cuchillería que lleva allí desde antes de que pusieran la calle Santiago.
    Y hoy de mañanita pasé por ahí camino del trabajo. Y paso infinidad de veces. Y el jardín nunca vi. Lo dicho en otras ocasiones: Deberíamos mirar más las ciudades y pasearlas con calma.
    Y mañana a una hora intempestiva volveré a pasar camino del trabajo. Me pararé a ver el jardín. Y de paso te saludaré. Tu reflejo ya ha quedado para siempre en el cristal.
    Cada día me gusta más lo que haces. Enhorabuena.

    Un saludo.

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  2. Adanero. Jamás hasta ayer me había llamado la atención la puerta. Ah, pero falta la segunda parte. Cando llegues a ella, entra. Si está cerrada llama a una oficina para que te abran. Déjate deslumbrar por el barroquismo, algo exagerado incluso, de su zaguán. Valladolid es una ciudad un tanto autooculta (si se puede decir así) Cada vez me convenzo más.

    Y no tiene pérdida.

    Gracias por seguir al vallisoletano. Un abrazo.

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