Creo que la fotografía habla por sí sola. En esa calle paralela a Ferrari, algo así como la parte de atrás de un conocido restaurante. El escudo nobiliario de nueva factura regatea con dos bloques menos nobles que destrozan sus pretensiones. Y la del resto de la decoración gótica de falsete. Espero que la comida del mesón tenga mejor presencia que la estética trasera.
Si es donde creo que es, la tiene.
ResponderEliminarMás vale,compañero. Un abrazo.
ResponderEliminarEn un pueblo que conozco hay construido un chalet "último modelo" y tienen colocado en la fachada un escudo heráldico de unas dimensiones espectáculares.
ResponderEliminarUn gran pegote...el chalet, claro.
Anuska
Anuska. Habría que saber si el escudo es falso o "desviado" de alguna antigua ruina histórica. He visto en viejos tiempos desmontar rosetones góticos de iglesias, poner en su lugar otros de cemento (sic), para instalar aquéllos en fincas de gentes bien que iban a cazar a los montes de la sierra de Madrid o de Ávila.
ResponderEliminarGacias por pasar (pasearte)
¡QUE COSAS!
ResponderEliminarEh, Bati. Qué cosas tan feas, quieres decir, ¿no? Feas estéticamente y feas éticamente. Por no decir delictivas (el caso que cuento sólo podía ser ejecutado alevosamente por personalidades de aquella etapa predemocrática, que son los que decidían y decían: esto es mío aunque no es mío y...me lo llevo, como en El Corte Inglés)
ResponderEliminarMuy interesante tu blog, lamento no conocer España, aunque mi abuelo era valenciano. Pero espero tener la oportunidad. Este es un excelente post, espero te comprendan, hay barbaridades urbanas por todos lados.....Saludos,
ResponderEliminarMyriam