diario de un vallisoletano curioso

viernes, 2 de abril de 2010

La penúltima escultura

No sé si será la última o la penúltima escultura ubicada en un espacio público. Los ciudadanos que, antes o después, vayan estrenando estancia o visita por el nuevo Hospital Del Río Hortega se lo encuentran a la entrada. El concepto de amplia espacialidad de este nuevo macro hospital digiere aparcamientos, pabellones y una monumental escultura. Difícil de interpretar ya es. En serio he tenido que escuchar a acompañantes decir que si sería una chatarrería. El gigantismo de esta larga colección de sillas desparramadas tiene que tener su simbolismo, no me cabe duda. Lo que corre por ahí es que significa el fin de las listas de espera. ¿Alguien se lo cree? De momento, uno se siente liliputiense al lado de esta macro escultura. No se piense que por ser más grande se ve más. Al menos no he conseguido un punto de visión de conjunto, sin que me estorben coches, por ejemplo. Claro que la duda sobre su belleza flota en el ambiente. Y el caso es que me cae simpática. Qué tendrán de entrañable el simbolismo de la silla, qué tendrá.

3 comentarios:

  1. Pues sinceramente.
    Es un Hospital.
    ¿Cuantas más maquinas habrian podido hacerse con el dinero de "esto"?
    ¿cuantos medicos o enfermeras más ,podrian trabajar dentro?
    No sé si seria posible saber cuanto ha costado,ni quien lo ha aprobado.
    ¿Por cierto alguién sabe quien ha corrido con los gastos que se originarón,por construir las puertes estrechas para que entrasen las camillas,el haber olvidado en los planos la cocina y el tener que tirar entera la uvi porque estaba mal diseñada?
    En serio me gustaria saberlo

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  2. Eh, Bati. Algo he oído también sobre lo que comentas, pero no sé qué hay de cierto en ello. Supongo que sí se puede saber el coste del macro hospital. Los ciudadanos, no sé si a través de los grupos parlamentarios, podríamos conocer los datos.

    Pero una vez construído -para sí quisieran en África disponer de complejos como éste- lo importante es que funcione. Que el servicio mantenga calidad y que se controlen bien los gastos. Por otra parte, lo mejor es desear no tener que pisarlo, claro.

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  3. Este conjunto escultórico me recuerda a una apilación de sillas (tamaño standard)que vi hace dos o tres años en la Facultad de Ciencias. Entonces me llamó la atención la estética de esa improvisada escultura y ahora me hace gracia ver algo parecido en el hospital.

    La verdad que me hubiera gustado más otra disposición de las sillas. La idea de las sillas me gusta, pero creo que se podría hacer algo más original, como la creación de otra figura utilizando como materia prima sillas viejas, algo así como el toro de Picasso hecho con un sillín y un manillar de bicicleta.

    ¡Un saludo!

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