diario de un vallisoletano curioso

jueves, 1 de abril de 2010

La palmera de alambre

A veces las obras bellas están a la vista y hay quien no sabe contemplarlas. Entré a tomar un café en un bar de copas de Cebadería llamado bqu. De entrada, me atrajo con el fulgor de su cabellera alámbrica. Luego, contemplé el fuste y toda ella me pareció una palmera. No sé por qué me recordaba el montaje de la fachada de la Fundación Antoni Tàpies en Barcelona. Y también la columna que sujeta toda la iglesia morzárabe de San Baudelio de Berlanga. Supongo que son puras analogía subjetivas, que no pueden entenderse fuera de la propia hilación que uno establece con los objetos. Creo que la camarera se quedó descolocada cuando le pedí permiso para fotografiar la obra. Pero me lo concedió.


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