Algunos se sienten agraviados por la opinión del otro, sin darse cuenta de que dialogar no es imponerse. Se encontrarán mil veces y mil veces no escucharán, no se pondrán en otro lugar y no caerán del burro. Tal vez tendrían que nacer de nuevo, pero si lo hicieran tengo la impresión de que volverían a ser igual de zopencos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario