diario de un vallisoletano curioso
martes, 16 de noviembre de 2010
Miguel Hernández en las ventanas del colegio
Me ha emocionado encontrar este ventanal del Colegio García Quintana, en la calle Teresa Gil. Una labor realizada entre los chicos (supongo que maestros detrás) y que se exhibe hacia la calle, al transeúnte.
Miguel Hernández que, probablemente había hablado con las plantas y con los animales antes de dirigirse abiertamente a los hombres, sabía manejar como nadie las imágenes de la naturaleza. Por eso mismo se sentía más seguro de lo que tocaba, más fuerte, más sensible, más comprensivo y más tolerante. Está bien que en el centenario de su nacimiento, los niños de las escuelas españolas lo revitalicen leyéndolo y sabiendo de su vida (y de su muerte) Tal vez muchos padres se estén enterando de las letras de Miguel Hernández por los chicos que han realizado este trabajo. Enhorabuena a los chavales por su empeño en conocer a un poeta y revitalizarlo a través de sus palabras. Y de paso por enseñar a sus padres.
Por cierto, ¿se pararán los transeúntes a contemplar este panel didáctico de los alumnos del García Quintana? Yo lo he hecho. ¿Y tú?
EL SOL, LA ROSA Y EL NIÑO
El sol, la rosa y el niño
flores de un día nacieron.
Los de cada día son
soles, flores, niños nuevos.
Mañana no seré yo:
otro será el verdadero.
Y no seré más allá
de quien quiera su recuerdo.
Flor de un día es lo más grande
al pie de lo más pequeño.
Flor de la luz el relámpago,
y flor del instante el tiempo.
Entre las flores te fuiste.
Entre las flores me quedo.
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Un aplauso a chavales y profesores por esta feliz idea de sacar la poesía de Miguel Hernández a la calle. Y otro a ti, curioso, por mirar por las ventanas. Estupendo homenaje al poeta.
ResponderEliminarEsto es ciudad también, Anónimo. Y me gusta ser receptivo a manifestacioens de este carácter. Gracias por valorarlo.
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