diario de un vallisoletano curioso

sábado, 27 de noviembre de 2010

Arqueología de la melancolía

Al principio fue apreciada. Más tarde algo maltratada. Por último, olvidada. La pequeña biblioteca del Campo Grande ocupaba una rotonda entre la Fuente de la Fama y el Paseo de los Castaños. Hoy, este quiosco, adecentado exteriormente, pero con grave pérdida de muchos de sus azulejos decorativos, yace melancólico. El viejo uso se trasladó a otro espacio dentro del parque. Pero ¿quién de cierta edad no recuerda aquel escaparate de libros de bolsillo, donde dominaban principalmente los clásicos, que se prestaban para su lectura peripatética o en los bancos próximos?


Tras la hora vespertina también debió cumplir funciones menos literarias pero también saludables, puesto que el espacio recóndito propiciaba un lugar de encuentro y desahogo fugaz para parejas. Pero fue el abandono de su función lo que hizo que el quiosco permaneciera ajado. No obstante, acercarse hoy hasta el mismo tiene su sorpresa. Por una parte, es verdad que la falta de uso no atrae la atención de los paseantes. La única misión que conserva ahora es exponer un mapa del parque que no consulta nadie por lo escondido que está. Pero aquel que se acerque con curiosidad y atención puede ver todavía vestigios de su ornamentación. Autores y personajes de obras de la literatura permanecen recordados en pequeños rombos cerámicos, presididos, evidentemente por Cervantes. Me ha parecido descubrir a Quevedo, a Moratín, a Zorrilla, algunas alegorías de sus obras, y otras imágenes que de momento no caigo qué representan. Un residuo no muy antiguo pero ya viejo que no por ser menor debe desconsiderarse. Lástima que no sirva -o que no quieren que sirva- para nada más que como mero testigo de un tiempo y de una afición lecturienta de la ciudadanía.

6 comentarios:

  1. Qué excelente mirada.
    Siempre que paso junto a él, me acuerdo de aquel Campro Grande que parecía inabarcable a un niño como yo.

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  2. Pero nunca me había fijado en estos detalles ornamentales, cierto regusto kitsch, escasas representaciones en pie. Imagínate que incluso para percibirlas mejor y fotografiarlas con claridad he tenido que coger un klínex y frotarlas. Tenía la sensación de realizar una restauración o detectar un hallazgo arqueológico.

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  3. Hola. He descubierto este blog hace poco (a raíz de retomar el mío) y me gusta. Porque salen cosas en las que nunca me había fijado, y eso que procuro. Muchas gracias.

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  4. Aviso:
    Si un día voy a Valladolid, me llevaré un mosaico.

    Anuska

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  5. Dilema Urbano, gracias por pasarte. Esa fue mi intención, fijarme en cosas en las que no me había fijado (o al menos, no lo suficiente) antes. Y hay murchas por la ciudad e incluso se ven de manera distinta según las estaciones.
    Y también dejarme sorprender por ellas, las sepa interpretar o no, aunque la puerta de la información procuro que permanezca abierta.

    Saludos cordiales, vuelve cuando quieras.

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  6. De eso, nada Anuska. Imagino que es broma. Soy muy estricto en eso de apropiarse de lo público. No lo permitiría.

    Se trata de disfrutar visualmente. Y apreciar.

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