Descartado que sean pruebas que hace la empresa de pintura encargada por el Ayuntamiento -demasiada vanguardia de colores para los que repiten el monótono marrón de nuestros bancos- ¿caben otras posibilidades? No, no me hablen de gamberrada. Hay demasiada decisión cromática y cierta armonía para ser mano de simples grafiteros. ¿Entonces? Demasiado bien colocadas las bandas de verde, de rojo o de blanco sobre los listones como para pretender que son efecto de botes de pintura que han caído de algún piso. ¿Es la pintura que había debajo que vuelve a salir? No parecen bancos reciclados. ¿Se trata de una premonición? Alguien anda tal vez haciendo ensayos para iluminar los asientos callejeros con ánimo de trasladarnos más alegría. Y por más que miro estos bancos, tal cual están ellos, mira que no me molestan en absoluto. Tal vez el mobiliario urbano de Valladolid está necesitado de una mano de novedades y heterodoxias. La estética no tiene por qué estar reñida con el uso.
Estoy totalmente de acuerdo contigo respecto a los bancos, no me desagradan, al menos en las fotos. Creo que las calles deberían tener más color, las fachadas de las viviendas, las aceras, las papeleras e incluso los bancos. ¿Por qué no? Cada mañana paso por una tienda de objetos africanos y me quedo contemplando los colores de la ropa; me encantan, pero no me decido a comprar nada, no sólo por el precio, sino porque creo que no me atrevería a ponermelo. En la forma de vestir, en el color de la ropa seguimos siendo demasiado sobrios, herederos aún, quizá, de nuestra Santa Madre . Algún día me decidiré y me compraré un vestido de hermosos colores, auque solo me lo ponga para estar en casa.
ResponderEliminarSaludos.
Bienvenida, Aldonza (qué quijotesca, ¿no?) Ratifico tu opinión. Aunque pedir una ciudad desenfadada estéticamente es pedir mucho a un criterio con resabios decimonónicos como los que heredan nuestros dignatarios municipales de tradición conservadora.
ResponderEliminar¿Sabes qué me parece este año lo más bello de Valladolid? Su verdor. Hasta pequeñas plazas han adquirido con esta fecunda y larga primavera húmeda una belleza inusitada. Del Campo Grande, ¿qué voy a decir que no sepa valorar cualquier paisano?
Respecto a las posibilidades de ser más audaces en coloridos de vestimenta, difícil emular a todo lo africano. Allí sí que saben disfrutar con los coloridos. En nuestros pagos hay una moda uniforme, en gran parte de la factoría Inditex, que no pasa de un nivel de discreción modosito. Pero es lo que hay.
Gracias y vuelve cuando desees.