Del inmenso y antiguamente rico conjunto de San Benito -iglesia, hospedería, convento, claustros- hoy me pegaba sobrecogerme bajo el peso oneroso de este enorme pórtico con dos cuerpos y grandes pilares octogonales que recuerdan la entrada a un castillo. Poniéndose uno ahí abajo se percibe más el aura de la omnipotencia. Y el carácter transfigurador que proyecta y otorga la arquitectura a los símbolos, a los ritos y a la clerecía que hace forma de vida de ellos. No me cabe duda de que la cúpula de esta arcada cumple, como es de rigor en el simbolismo cristiano, con la imagen del cielo protector. Cielo protector que dejó de ser consecuente hasta finales del siglo XIX a causa de la Desamortización de Mendizábal.
diario de un vallisoletano curioso
martes, 29 de junio de 2010
El cielo protector
Del inmenso y antiguamente rico conjunto de San Benito -iglesia, hospedería, convento, claustros- hoy me pegaba sobrecogerme bajo el peso oneroso de este enorme pórtico con dos cuerpos y grandes pilares octogonales que recuerdan la entrada a un castillo. Poniéndose uno ahí abajo se percibe más el aura de la omnipotencia. Y el carácter transfigurador que proyecta y otorga la arquitectura a los símbolos, a los ritos y a la clerecía que hace forma de vida de ellos. No me cabe duda de que la cúpula de esta arcada cumple, como es de rigor en el simbolismo cristiano, con la imagen del cielo protector. Cielo protector que dejó de ser consecuente hasta finales del siglo XIX a causa de la Desamortización de Mendizábal.
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