diario de un vallisoletano curioso

viernes, 25 de febrero de 2011

Testigos sentenciados



La Avenida de Santander, que es la continuación de la Avenida de Palencia, se había quedado un tanto relegada en esto del crecimiento urbano de la ciudad. En los terrenos que vienen a continuación de la Central Lechera Vallisoletana, hoy Lauki, permanecían unas buenas hectáreas en forma de fincas desocupadas. De los viejos tiempos queda el poblado Endasa, el Barrio de España a un lado y al otro el de San Pedro Regalado. Ahora ya se ven movimientos de tierra y excavadoras y la vieja entrada a Villa Lucía es fantasmal y ya está en las últimas. Claro que aunque fuera como monumento a la inapreciable rueda de carro, que tantos siglos y tanto servicio ha causado al transporte de mercancías, la pilastra debería permanecer a las puertas de los nuevos edificios (construcción de lujo, dice el cartel inmobiliario) como reconocimiento y memoria.



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