Las fotografías hablan por sí solas y poco hay que añadir. Las riberas del Pisuerga, desiguales pero con abundante floresta, son transitables en las cuatro estaciones. Caminitos que descubren árboles de hojas perennes y otros de caducas, cuando no alguna que otra floración que anuncian las abundancias de la próxima primavera. Todo no nace a la vez, como tampoco todo desaparece de un golpe. Ciclos y especies que despliegan esa armonía a orillas del río que se echa en falta unos metros más arriba, donde todo es tráfago y ruido neurótico. En el tramo entre el puente llamado de la División Azul y la pasarela peatonal junto a El Corte Inglés la ribera se encoge en invierno, pero nunca del todo.
diario de un vallisoletano curioso
sábado, 19 de febrero de 2011
Veredas del Pisuerga por la Zona Sur
Las fotografías hablan por sí solas y poco hay que añadir. Las riberas del Pisuerga, desiguales pero con abundante floresta, son transitables en las cuatro estaciones. Caminitos que descubren árboles de hojas perennes y otros de caducas, cuando no alguna que otra floración que anuncian las abundancias de la próxima primavera. Todo no nace a la vez, como tampoco todo desaparece de un golpe. Ciclos y especies que despliegan esa armonía a orillas del río que se echa en falta unos metros más arriba, donde todo es tráfago y ruido neurótico. En el tramo entre el puente llamado de la División Azul y la pasarela peatonal junto a El Corte Inglés la ribera se encoge en invierno, pero nunca del todo.
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