diario de un vallisoletano curioso

domingo, 17 de abril de 2011

La macla de Oteiza




Tan céntrica y tan desconocida. Ya he comentado en diversas ocasiones la poca fortuna al colocar estatuas en la vía pública. Pero esta vez no es por no estar bien ubicada, sino porque la ciudadanía no frecuenta el lugar. Cuando se remodeló San Agustín para sede del Archivo Municipal también se hicieron diversas intervenciones en su entorno, bien en su lateral recolocando trozos de un claustro, bien en su ábside, situando un pequeño jardín y unas lápidas de tumbas. En una zona intermedia casi dando al Paseo de Isabel la Católica va una de las obras del complejo escultor abstracto vasco Jorge Oteiza, lo cual me parece un lujo.





La composición, a la que el artista llamó macla, merece que se la visualice desde el exterior de todo su perímetro. Girando en torno a ella, tal como he sacado las fotografías. Me temo que el lugar nada transitado (nunca he visto gente entrando en ese espacio, se limita a pasar por la acera de la calle que baja al Paseo) la hace una escultura absolutamente ignorada. Independientemente de que a mucha gente lo abstracto no le diga nada, pero ése es otro tema. No obstante, valoro el lugar, la escultura encaja allí. Lo que pasa desapercibido para el disfrute del paseante son los detalles exteriores del conjunto. Pero ahí está.





2 comentarios:

  1. Una tarea interesante en nuestros blogs, es justamente llevar a casa, esas cosas que no se ven habitualmente, o que están en lugares poco transitados como dices. Y con tu entrada has cumplido.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. En efecto, Vitesse, hay más de lo que imaginamos por nuestras calles y plazas. Algunos espacios o monumentos los ignoramos de tanto haberlos visto. A otros los desconocemos por pasar deprisa o no llegar a nuestros corazones. No sé qué pasa. A veces pienso que la ciudadanía vive divorciada de su entorno.

    Gracias por pasar.

    ResponderEliminar