diario de un vallisoletano curioso

lunes, 17 de enero de 2011

El juego de los siete errores


O también de las diez diferencias o de las veinte o de las mil. Así podría llamarse esta comparativa de dos edificios. Prueben, prueben. Sólo les hace iguales que ambos están en el centro de la ciudad. El destrozado, casi junto a la Plaza Mayor, en la calle Zúñiga. El rehabilitado, en la calle Muro, y tiene un uso relacionado con la educación de adultos.

Si no se interviene pronto sobre el deteriorado chalé de Villa Julia cualquier día se viene abajo. Sin contar con que a estas alturas no es de recibo que siga figurando en una de las calles más comerciales del centro un edificio catalogado en franco abandono. Dese hace casi dos décadas viene habiendo un pulso entre promotores y ayuntamiento para dar el visto bueno a una rehabilitación que, conociendo la avidez de los promotores para sacarle su jugo, ha generado el impasse.

Ignoro de qué manera habrá que modificar las normas del Plan Especial del Casco Histórico sin perjudicar su ubicación y el entorno, pero tiene que haber entendimiento antes de que llegue la ruina total. Creo además que Óscar Tusquets realizó un proyecto de recuperación interesante hace ya años. Si sigue en vigor y la promotora actual lo asume acaso Villa Julia pueda volver a mostrar sus encantos. Aunque ya se sabe, en este tiempo y en ese lugar su fin exclusivamente comercial está sentenciado.



6 comentarios:

  1. Siempre es denunciable la pasividad con la que asisten las instituciones al deterioro de un edificio de este tipo.

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  2. Es lo malo de Valladolid, hay muchos edificios abandonados esperando a que les restauren.
    Oye, he visto en otro blog que cierran los billares de la catedral, qué lástima, es todo un clásico de la ciudad. Allí pasaba las tardes el padre de mi chico en su juventud...
    Un beso!

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  3. Patigochi: "esperan" para restaurarlo casi siempre por motivos especulativos: los dejan caer y así edifican uno nuevo, más alto, más grande, con 5 pisos de garage, calidades de lujo (puaj!) y carísimo: ganan los de siempre y perdemos nosotros paisaje urbano.
    A mí también me da pena el cierre de los billares.

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  4. Pues sí, Pedro. Pero esa pasividad me resulta sospechosa. ¿No bastan las normativas disciplinarias al uso y el supuesto poder de los ayuntamientos? ¿O hay algo más, eso que siempre conduce a las modificaciones de los Planes de urbanismo? Denunciable es poco. Lo que no hay es oposición sistemática y con proyección social en la Casa de la Plaza Mayor, salvo honrosas excepciones pero que como son minoritarias no pasan de ser moscas cojoneras muy insuficientes. Me temo.

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  5. Pati, hay mucho rentista que es dueño de múltiples edificios, solares y manzanas incluso. Como algunos amenazan ruina y no pueden estar habitados esperan a que vengan tiempos mejores. ¿Y qué hace mientras la autoridad municipal? Enigma.

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  6. Casilda. No sabía que se cerrasen los billares. Eso es que hay un plan de actuación en ciernes sobre el edificio, ¿no? Pues el sitio es tentador, aunque se supone que no pueden levantar alturas en plan bárbaro. Claro que siempre queda el truco del retranqueado.

    El RIP por los billares me trae nostalgias. En fin.

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