diario de un vallisoletano curioso
sábado, 29 de enero de 2011
En casa del herrero...
Suele pasar. Aunque también se podría decir aquello de tanto va el cántaro a la fuente…Obras de derribo en uno de los edificios más armónicos de Valladolid. En plena Plaza de Zorrilla. Justo en ese edificio, qué casualidad, vive también el alcalde. En su día se concedió una licencia municipal para convertir en cinco apartamentos los trasteros del edificio, rompiendo la estética original. Algo que denunció la Federación vecinal y que el juez declaró construcción ilegal. Obligando, por lo tanto, a que el Ayuntamiento ejecutara el derribo. Vamos, que encima esto pase en casa del herrero...
Es bueno para la ciudadanía saber que lo que se dictamina en un juicio está para ser cumplido, seas albañil o autoridad. Ahora bien, ¿quién pagará al final los 600.000 euros presupuestados que va a costar la broma de desmontar los apartamentos? Vayan pensando, señores…Los paganinis somos los paganinis. Y para otra vez, que el alcalde y sus ediles tomen nota, lo mediten mejor y no se dejen llevar por misteriosos empecinamientos.
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Entonces, si se obró mal por parte del Ayuntamiento, ¿para qué sirve la disciplina urbanística? ¿Para incumplirla en vez de respetarla y dar ejemplo? Una pregunta tonta que me hago, pero que sale de ojo.
ResponderEliminarInteresante blog, con muchas sugerencias.
Felipe.
Eso mismo me pregunto yo. Autoridad (y sobre todo si es electa) no debe significar nunca impunidad.
ResponderEliminarGracias por pasar por el blog. Bienvenido.