diario de un vallisoletano curioso

martes, 26 de octubre de 2010

La puerta al paraíso...de la información


Es una puerta exquisita. Por ella se accede a un espacio de cultura vastísimo. Por lo tanto a un territorio de información secular. Las hojas de la puerta están talladas con una simbología rica y precisa. La obra de un escultor y ebanista de manos delicadas que ejecutó un mundo de significados muy concretos. Probablemente lo que en el siglo XV se consideraba axial en la tradición y gobierno cristiano: la fe y el conocimiento. Pero si el primer elemento ya está extensamente representado en todas las obras de la cristiandad, el segundo lo estaba en menor medida. Y sin embargo, las entidades que polarizaban el estudio y el conocimiento ya existían a lo largo de la Edad Media, más allá de los monasterios, llámense Universidades o Estudios Generales.


Sospecho que en la puerta de entrada a la Biblioteca del Palacio de Santa Cruz se recogen estos conceptos, exaltándose a través de dos mentores fundamentales como fueron San Agustín y Santo Tomás. ¿Son las flechas que figuran en estos relieves las de la pasión por el conocimiento? Probablemente con un matiz: era su concepto de sabiduría, el de aquel tiempo y el de aquella ideología que dominaba el orbe occidental. También podemos ver la representación del Ave Fénix, aquel ser mitológico que se habría salvado de la expulsión del paraíso por no haber probado el fruto prohibido (luego el ansia de conocer y de distinguir moralmente) y al que se le concedió el don de la inmortalidad y del resurgir de su propia destrucción. La mitología, que nunca es inocente, y menos en un sistema de ideas tan sincrético y de apaño como el cristiano, ensalza precisamente un ser que jamás habría pretendido conocer, saber, distinguir.


La belleza del detalle de la puerta, seguramente tan escasamente conocida por los vallisoletanos, no es más que el acceso a un paraíso mayor.



2 comentarios:

  1. Es una maravilla.
    Perdona mi tardanza. He estado muy ocupada. Debo ponerme al día de tu ciudad

    Anuska

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  2. Gracias, Anuska. Sí, hacía tiempo que no pasabas por aquí. Y si el blog te resulta útil para ponerte al día pues qué bien.

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