diario de un vallisoletano curioso

sábado, 14 de agosto de 2010

El genio

Si uno se fía de las esculturas que existen en la ciudad dedicadas a paisanos o a foráneos a los que agradecer algo diríase que Valladolid ha sido cicatera con ellos, pobretona e incluso mediocre. Me cuesta salvar alguna de las esculturas del siglo XIX y parte del XX dedicadas a prohombres o ilustres de la historia, de la cultura o de la ciencia. No solamente por la obra en sí, sino por su ubicación en ocasiones. Cierto que cada obra es producto del tiempo, de la mentalidad ideológica media de las clases dominantes y de las circunstancias culturales, y la ciudad ha dado lo que ha dado de sí en cuanto a provinciana por lo menos durante el último siglo y medio largo, por poner un período.

Una de esas esculturas que nunca he conseguido querer es la dedicada a Cervantes. Y mira que el personaje se merece otra cosa. El marco donde se ubica no está mal, aunque bastante saturado por los edificios y ruinas que lo circundan, y hasta pretende ser excesivamente alegórico, ya que la escultura desde su atalaya exagerada mira hacia la fachada de la Universidad. Él, Don Miguel (el auténtico) que no tenía nada de universitario y todo de universal aparece como típico tópico, con su traje de época y su correspondiente gorguera, su espada y su capa, la pluma en una mano y un libro en el otro. Demasiado convencional formalmente y pobretona en el material de hierro utilizado, tengo la sensación de que esta escultura en lugar de vincular al ciudadano con la figura verdadera de Cervantes aleja a éste de aquél.

2 comentarios:

  1. Es cierto, me acuerdo que en congreso en Valladolid, pasé por la plaza de la Universidad y me llamó la atención, lo poco atractiva que era. Recuerdo que, en algún sitio leí sobre cuatro escenas del Quijote en su pedestal, pero no veo nada ahora ¿Dónde fueron a parar?

    Un abrazo. Me voy de vacaciones una semanita. Nos leemos a la vuelta, amigo nuevo.

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  2. Vaya, me alegro que alguien, y además de fuera, tenga la misma impresión que yo. Ignoro de esas cuatro escenas del Quijote. Donde si hay unas lápidas con un texto de El casamiento engañoso y creo que alguna obra más es en el muro que sostiene la verja de la Casa de Cervantes.

    http://pillalaciudad.blogspot.com/2010/06/una-novela-de-valladolid.html

    Te deseo una buena semana de vacas y mucha mirada abierta.

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