diario de un vallisoletano curioso

miércoles, 25 de agosto de 2010

Cúpulas laicas sobre el cielo de la ciudad

Aunque uno tiene la fea costumbre de ir mirando al suelo, también gusta de elevar la mirada y contemplar el Valladolid cupular. Ciertos edificios del siglo XIX, cuando se esperaba un despegue industrial de la ciudad superior al que tuvo lugar, solían rematar su empaque añadiendo una cúpula en la esquina que el edificio formaba en la confluencia de dos calles. Distintos modelos de cúpula, unos recordando las bizantinas, otras afrancesadas, otras modernistas e incluso alguna modesta con pretensiones de cúpula que más parece un gorro tártaro…De todo hay en la viña del Pisuerga. Siempre me ha intrigado saber qué hay dentro de las cúpulas. ¿Acaso una mansarda? ¿Una habitación sin más? ¿La vivienda del portero? ¿El remate de una escalera? ¿Un simple trastero? Hasta la fecha no he visitado ninguna de las que saco a colación aquí. Pero nunca es tarde si me invitan.



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