diario de un vallisoletano curioso

jueves, 5 de agosto de 2010

La antigua tradición de las rejas carcelarias


No conviene asustarse. La afición extrema de nuestro país por las rejas carcelarias viene de antiguo. Muchas de estas edificaciones de muros macizos y ventanas enrejadas hoy son otra cosa. Pero, ¿quién no se siente tentado a hacer ficción e imaginarse tras esa pedrería de fortaleza? Sobrecoge ponerse en el lugar de los penados, pero acaso el ejercicio mental resulta prudente y útil para considerar tantos aconteceres que sufrieron los hombres en la Historia. Para valorar tantas conductas y situaciones.

Hay quien ha dicho que se sentía más libre dentro que fuera. Muy mal le tuvo que ir en libertad para pensar de esta guisa. O se trata de una expresión gratuita y bravucona. Porque lo que hubo en el pasado, y hasta hace cuatro días, en el interior de mazmorras, celdas o ergástulos no era precisamente de servicio hostelero. ¿Habéis pensado alguna vez en cuántos hombre enfermaron, se desnutrieron y acabaron pereciendo en prisiones semejantes a ésta? ¿O cuántos salieron en su momento marcados ya de por vida con secuelas físicas y mentales? ¿O cuántos represaliados o condenados efectuaron su último paseo para sentarse ante el garrote vil? ¿O cuántos fueron humillados y privados de su honra, bienes y futuro?

Las fotos pertenecen a distintos puntos de la vieja prisión de Chancillería. La biblioteca interior y otras reformas no eliminan del todo la vieja y dura sombra del pasado. ¿Alguien descubre una luz de belleza en esas paredes repletas de rejas?



6 comentarios:

  1. En esa prisión, en la ventanuca izquierda del sotano, estubo preso mi abuelo antes de llevarle al penal del Puerto de Sta Maria.
    Bonito reportaje.

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  2. Y de eso parece que hace mucho pero no hace tanto, ¿verdad? Deduzco que por causa de los militares sublevados ilegal e ilegítimamente contra el Estado (entonces, la República española)

    Tremendo todo. Lo que siempre he pensado: que las piedras que tenemos en derredor hablan. Y algunas con voces más fuertes y profundas.

    Un abrazo.

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  3. Y preciosas que son esas rejas, como las de la casa de mi hermano.

    Un blog muy interesante, me pasaré por aquí.

    Saludos

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  4. Blitz, gracias por pasarte por aquí. Me interesa mucho que comentes cualquier visión. La ciudad está repleta de objetos y de sentidos. Si somos receptivos te aseguro que nos proporciona satsifacción.

    Saludos cordiales.

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  5. Es curioso como un mismo edificio puede tener distintas visiones. Para Miguel es la prisión donde estuvo su abuelo. Para mi, que viví casi al lado durante 30 años, fue un lugar de juegos, aventuras y travesuras infantiles durante los años que el edificio estuvo abandonado. También lo fue el Palacio de Los Vivero que hace esquina con Ramón y Cajal. Pero éste, seguramente por haber sido lo que fue, nos llamaba más la atención.
    Puede resultar macabro, pero no es mal destino para un edificio tan siniestro acabar como espacio de juegos para los críos. Tal vez esto, en cierta manera, lo "purifica".

    Saliéndome del tema. Al ver estas imágenes, que forman parte de mi infancia y de mis recuerdos, más en contra estoy de este urbanismo de ahora que pretende cambiarlo todo porque sí arrasando con ello la memoria sentimental de los ciudadanos.

    Un saludo.

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  6. Distintas visiones y usos; la relación es contractual. Estoy de acuerdo en que los juegos infantiles purifican los usos nefastos.

    Respecto a los usos actuales, hay una moda de convertir enseguida en biblioteca o gestoría pública un edificio antiguo. Creo que debería tener una parte de semimuseo, algo que explicara lo que ha sido, cómo y por qué, incluso dotándolo de una ruta interior. En la Casa del Estudiante adjunta hay algo en la pared que menciona que allí estuvo situado el cementario musulmán, pero nada más.

    Si seguimos con esta falta de sensibilidad para el pasado y su historia, las próximas generaciones verán estos edificios con menos interés que un parque temático. Creerán que la leche viene del tetrabrik.

    Ay, Páis, Paisaje y Paisanaje.

    Un abrazo.

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