diario de un vallisoletano curioso

viernes, 16 de marzo de 2012

La ciudad que crece sobre sí misma


No me digan lo que oculta ese bloque que hay junto al Cafetín, ante la Catedral. Pero alguien tuvo la feliz idea hace tiempo de pintar sus caras. ¿Pintarlas? Yo diría que más bien saca la lengua al desaguisado urbanístico. Así, cada lado reproduce la fachada y los lados de un edificio, con sus ventanas y persianas a distintas alturas. De lejos me hizo creer que se trataba de los hexagramas del I Ching. Pero no, no es arte de adivinación, sino algo menos posibilista. Una simple foto de lo que acontece por calles y plazas de la ciudad desde el descarado proceso desarrollista de Valladolid. Un cheque que nos dieron para el progreso, pero a largo plazo sin fondos. Me gusta el humor satírico. Y esta intervención, tan prudente en apariencia, lo tiene. Además, no sé qué urbanistas dijeron hace años que Valladolid es una ciudad que crecía sobre sí misma. Tal vez de fe de ello esta pintada con ojo crítico.   






2 comentarios:

  1. Casilda, como dice un tópico: nada de lo humano -y menos si es expresivo e imaginativo, digo yo- me resulta ajeno. Lo hago mío también.

    Gracias.

    ResponderEliminar