diario de un vallisoletano curioso

jueves, 26 de agosto de 2010

Un portalón




5 comentarios:

  1. Esta me la sé. Va de bodas reales que unen reinos. De, según la leyenda, túneles que unían palacios y conventos. De Audiencias y Chancillerías.
    Y de antiguas calles que no calles antiguas.
    Cuando escribo algo en mí bitácora siempre lo acompaño de una música. Esta entrada la hubiera acompañado con aquel "Mi calle" de Lone Star.

    Gracias.
    Un saludo.

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  2. Actualizas la antigüedad y envejeces lo nuevo, Ada. En su justo término. ¿Cuál era el oscuro bar de húmedas paredes de tu calle?

    Saludos.

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  3. En mi calle durante años sólo hubo un bar, el Dan V que creo que ya no existe. Más tarde, con la triste invasión de la calle Paraíso y Marqués del Duero por las hordas del sector de la hostelería, abrieron alguno más en Ramón y Cajal.
    Pero el oscuro bar de húmedas paredes, que es a lo que vamos, más que estar en mi calle estaba en la prolongación de ella. En la calle Padilla. Calle, que cualquier vallisoletano que pase ya de cierta edad, sabe por que era famosa.
    Y sí, allí no es que hubiera un oscuro bar de húmedas paredes, había varios.
    Y siguiendo con la gran canción de Lone Star, hay otra estrofa que tristemente también se cumplía a veces. Aquella que dice: "Pero alguna vez, siempre por casualidad, he visto amigos con mujeres en el bar".

    ¡Y caramba! Para lo que ha dado de si un portalón.

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  4. Y ahora que no nos lee nadie, cada vez me gusta más su bitácora. Debería ser de obligada lectura-visionado para la ciudadanía de la Valladolid. Empezarían a saber donde viven.

    Un saludo.

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  5. Sí, claro, no lo cogía, Ada. Y eso que viví cuatro o cinco años en una perpendicular a Gondomar. Pero recuerdo de mucho antes el Sevilla y el Levante, sólo que entonces uno era casi púber y no percibía el ambiente, claro.

    Gracias por expresarte acerca de Píllala. No sé si es del todo como dices, pero se acepta.

    Salud.

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