diario de un vallisoletano curioso

sábado, 18 de septiembre de 2010

Ni piedad ni socorro

Para ellos no hay ni piedad ni cuidado. Y menos hay un 112. El asfalto no es para los seres que viven en sus márgenes. Son los grandes perdedores del crecimiento de las ciudades y del predominio de la máquina sobre los individuos. Están condenados al inframundo o a la extinción. Desaparecidos los tejados tradicionales y los patios de vecindad gratos, se les puede ver en solares, locales abandonados y bajo los coches aparcados. Esta es la imagen frecuente. Que nadie se rasgue las vestiduras ni piense que la fotografía es de mal efecto. Es tal cual.




2 comentarios:

  1. Qué lástima de estos animales: la ciudad los crea, la ciudad los mata.

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  2. Fíjate que a veces hasta alcanza a los hombres esta maldición de la ciudad, vía tráfico y otras contaminaciones...

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