diario de un vallisoletano curioso

martes, 1 de noviembre de 2011

Pintadas sucias en la Fundación Jorge Guillén: vandalismo e ineptitud



Así ha aparecido el exterior de la Fundación Jorge Guillén, en el llamado Parque de las Norias. Es gamberrismo, se dice. ¿Qué hacer? No lo sé. ¿Cómo evitarlo? No lo sé. La conducta de los grafiteros de vía estrecha -absurda, indiscriminada, inútil- ¿remite al ambiente familiar, a la dudosa educación, a la ausencia de un código de valores siquiera constructivo? No lo sé. Bastante desagradable es que se perjudiquen con spray las fachadas de edificios donde vive la gente. Pero cuando ese desvarío tiene lugar sobre monumentos históricos, obras de arte o legados del pasado es más grave todavía. Los edificios históricos están plenos de simbolismo. No se les rescata de la incuria y del abandono para que se sumerjan en poco tiempo en esa fealdad latente. No hablemos ya de coste económico, asunto serio e importante en estos tiempos. Hablemos de lo poco que dicen ciertos conjuntos urbanísticos a una minoría de individuos cuyo alcance, al pintorrojear fachadas, no acierto a interpretar.

Rescatar un edificio o una serie de ellos, con ser importante, no acaba en adecentarlos. Hay que dotarlos de uso. Y ahí viene otro problema que, a mi modo de ver, no incumbre al gamberrismo juvenil o no juvenil, sino a la dudosa inteligencia, si no ineptitud, del organismo propietario y responsable del mantenimiento y conservación del Parque de las Norias. Cuando cedieron ese antiguo caserón para sede de la Fundación Jorge Guillén, me alegré. Como me he alegrado de que el edificio próximo también vaya a ser sede de otro ente. Pero, claro, ir haciendo este tipo de intervenciones poco a poco, sin perspectivas, en un lugar solitario y cuyo entorno es el Polígono de Argales y la Carretera de la Esperanza, con esa vía del ferrocarril que lo separa del núcleo más habitado, resulta altamente arrriesgado.

Las inversiones que en su día se hicieron por acondicionar los antiguos terrenos de la Azucarera Santa Victoria, con sus hermosos y representativos restos de arqueología industrial provenientes del siglo XIX, habrán servido de poco si no se contempla una recuperación y dotación de los edificios más o menos a la par. Al actual alcalde, hace más de cuatro años, le dio por agilizar esa recuperación de modo más formal que de contenidos, para apuntarse un tanto electoralista a mayores y exponerlo en el balance de realizaciones de su gestión anterior. De ahí, poco más ha pasado la recuperación de las Norias. Y de un abandono anterior en forma y fondo se ha metamorfoseado todo ese conjunto en un abandono que ha costado dinero y que parece bonito, pero que sigue prácticamente relegado. Digo parece porque, al paso que va la burra vandálica y el desinterés municipal, me temo que ese tipo de acciones no va a desaparecer y dado el marco físico poco concurrido en que se encuentra no cabe esperar otra cosa.

Por supuesto, insisto en la actitud absolutamente enajenada de los grafiteros que, con la alevosía y seguridad que les da un lugar apartado, acometen este tipo de fechorías. Pedirles que coparticipen del derecho a la ciudadanía y que respeten a los demás, sobre todo a lo que representa un bien colectivo, es pedirles acaso demasiado. Para mí que esto no se corta solamente con acciones punitivas. Hay comportamientos de marginalidad, aunque luegos sus familias respectivas actúen como colchón social y protector. En fin.







2 comentarios:

  1. Es una pena. Desde luego falta muchísima educación y sobre todo falta respeto a lo público, pareciera que lo público no sea de nadie, cuando precismante es de todos. En fin. Saludos.

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  2. Nieves, gracias por tu aportación. Realmente es un tema de ¿analfabetismo, desconocimiento, asociabilidad, apoliticismo, violencia...? Tú señalas precisamente lo preocupante: que haya gente que no sienta lo público como propio. Muy preocupante. Entre estos dañinos y la iniciativa "privada" que quiere acaparar y aprovecharse de los bienes públicos para gestionarlos o hacerse con ellos, ¡estamos aviados!

    Saludos. Vuelve cuando quiera.

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