diario de un vallisoletano curioso

martes, 31 de enero de 2012

Cuando los tiburones acechan


Podría titularse la película Cuando los escualos acechan. Pueden verse por el barrio Cuatro de Marzo, a la altura del bar Estribos. No se sabe si es por la proximidad de la Casa del Río, del Museo de la Ciencia, o persigue otro significado. Vivimos tiempos de amplias variedades de tiburones en la sociedad. Tiburones de las finanzas, de la administración, de la política, de las religiones, del negocio fácil y de la especulación inmobiliaria. Algunos están tocados del ala. Y no cabe duda de que todas son especies a extinguir. Prefiero quedarme con la imagen del noble animal que surca los océanos, su territorio. Francamente, me gustan estas pintadas que no dañan la vista y traen al paso del peatón un punto de gracia. O de reflexión.






sábado, 28 de enero de 2012

Donde estuvo el Harlem


Me gusta toparme con fachadas que no son anodinas. Este edificio se encuentra situado en la calle San Antonio de Padua, calle desconocida para la mayoría de los vallisoletanos. En realidad es una calle corta, de escasos metros, que conecta la Plaza de los Arces con la Plaza de San Miguel. En el corazón de la ciudad. Aunque no lo sé con certeza se me antoja que tiene un aire modernista. Ese estilo de principios del siglo XX que en Valladolid no cundió demasiado, pero cuyos escasos ejemplos se agradecen. Siempre he creído que todo lo que fuera poner un punto decorativo especial y con imaginación en las fachadas alegraría un edificio y, por ende, una calle o al menos un tramo de calle.

Tras la rehabilitación, el lucimiento de la casa prende más. Muchos dirán si ven estas fotos: anda, pero si es donde estuvo el Harlem. Aquel cafetín emblemático de la vida de la ciudad en las últimas décadas. Con otro nombre, el espacio continua.








martes, 24 de enero de 2012

La calle habla


Lo que se ve por la calle  -si se mira-  no tiene pérdida.  Afortunadamente, en estos tiempos de expresión por vía ordenador y más virtual que nunca, aún permanece el cartel, militante o pagado, y la pintada, casi siempre clandestina. Sin embargo, todo representa la diversidad de la vida ciudadana. Puedes estar o no de acuerdo con lo que representa cada mensaje, pero es bueno ser receptor y escuchar. Y gusta ver esos contrastes. Al fin y al cabo la Democracia es eso, que haya tándem o, mejor dicho, multitándem, y que en ese contraste o incluso antagonismo de pareceres se mantenga un equilibrio que manifieste la diversidad de opiniones sociales sobre la realidad. O como decían los romanos, sobre la Res Publica.

Así que ahí van tres ejemplos diferentes de la riqueza y pluralidad de la expresión cívica, encontrada en paredes o rótulos. Desde la creatividad de un cartel que anuncia debates a través de una óptica laica y republicana, hasta la ironía de dos cartelones de pago en la Estación de Autobuses, donde el que anuncia cohetes, petardos y fuegos artificiales fuerza la ironía del prócer que sonríe a lo Mefistófeles en el cartel superior. Pasando naturalmente, por la pintada sencilla y dramática, donde ante la cruda realidad se invoca la unión y, se supone, la acción agrupada para defenderse del virus social más letal de este tiempo. La calle habla.  



jueves, 19 de enero de 2012

La sombra de la Esgueva



La sombra de la Esgueva (nunca he sabido bien por qué nombrar al desviado río en femenino, ¿será porque el laísmo del pronombre vallisoletano se ha extendido a algún nombre propio?) es permanente. En cuanto se hacen los cimientos de alguna nueva edificación en zona de los antiguos cauces aparecen resto de canalizaciones, cloacas o puentes. El abovedamiento que se observa en la fotografía corresponde al solar donde se construye entre las calles Angustias y Magaña, calle por donde pasaba el curso natural de uno de los dos ramales (el del Norte) de la Esgueva.

Ignoro qué se va a hacer con esos restos, seguramente quedar ocultos. Aquí se aprecia sólo el exterior, pero en una imagen que he visto creo que en el blog Vallisoletum aparece una foto del abovedamiento interior, de verdadera factura romana, si bien se cree que la obra procede del siglo XVII. Cuando uno ve la de restos arquitectónicos o urbanísticos que aparecen en pleno casco histórico advierte la razón que asiste a Federación de Asociaciones de Vecinos, Ecologistas en Acción e Izquierda Unida al proponer la creación de un Parque Arqueológico en el entorno de La Antigua.

Para mayor información, ver: http://www.vecinosvalladolid.org/spip.php?article6054

Y también: http://www.vecinosvalladolid.org/spip.php?article6055







martes, 17 de enero de 2012

San Antón


¿Qué decir a estas alturas de la tradición de llevar los animales a la Plaza del Salvador el día de San Antón? Hacía años que no veía esta concentración. Recuerdo que en mi infancia nos encantaba a mis amigos y a mi escaparnos del cole para ir a ver lo que nos parecía un espectáculo. Y tengo la vaga idea de que se congregaba más gente y más animales que ahora.

Tenía lugar también el sorteo de un cerdo que, desde las navidades, venía siendo expuesto en una caseta en la Plaza de España, donde se vendían las papeletas para el sorteo. Nunca conocí de cerca a nadie que le tocara y me quedé con la intriga de si pasaría a alguna familia o volvería a la cochinera. Aquel sorteo desapareció, no sé si por los nuevos tiempos, por Sanidad o porque no parecía de recibo un juego de transacción con un animal tan generoso.

Particularmente me quedo con las personas que sienten a los animales y los tratan con ternura. Se les ve a la legua. Exhibirlos es otra cosa.














domingo, 15 de enero de 2012

Pasaron los moteros



Un año más, los moteros pasaron por Valladolid. Esta especie de cita y ritual llamada Pingüinos llena las calles -se apodera más bien de ellas- durante un largo fin de semana. Arriesgando los oídos y los pulmones me pasé a ver lo diferente. No me interesa tanto la exhibición fetichista de algunos, pero valoro la camaradería y la amabilidad que observé en muchos otros motoristas. Así que me limité a buscar la máquina inusual. Como no entiendo de motos lo que miro es la estética y sobre todo el homenaje que algunos valientes rinden todavía a sus viejos trastos. Las vespas, los velosolex, los motocarros...esas especies minoritarias y supervivientes a las nuevas tecnologías.













viernes, 13 de enero de 2012

El calendario deleznable


Un año más, Javi Deleznable nos deleita con su tradicional calendario. Tradicional en el sentido de que ya nos ha acostumbrado a esperarlo. ¿Los temas de cada hoja de mes? También tradicionales, sobre todo en el sentido de que siguen en vigor los mismos problemas de todos los años. Javi Deleznable se vuelve el grafista justiciero y denunciante sobre cada uno de los asuntos pendientes de nuestra sociedad y de nuestra existencia: la barbarie financiera, la enseñanza pública, las nucleares, el racismo, la integración de todos los seres humanos, el medio ambiente y la respuesta ecológica, la República, la actitud activa de los ciudadanos, el atosigamiento cotidiano de las injusticias sobre nuestras vidas...

Los tiempos líquidos que vivimos, en que todo parece durar lo que un pastel a la puerta de un colegio, son atados un año más por Javi con su técnica habitual y su iconografía particularísima. Sospecho que en esta ocasión ha dado paso incluso a la mano de su hijo, y no debe ser difícil encontrar el personal mes del chaval. Ciertamente, hay imágenes que nos parecen más logradas que otras, pero ya se sabe, eso es a gusto del visualizador. El carácter reivindicativo se mantiene en su nivel fiel y de altura, es decir, sin pelos en la lengua. Uno no puede por menos que felicitar al deleznable por su permanencia en sus ilusiones, en su sentido del apoyo mutuo y en la búsqueda de la utopía. Ahí sí puede afirmarse sin tapujos que Javi no es nada pero que nada deleznable. Y eso hace que todos los que le conocemos esperemos cada uno de enero su ultimísimo calendario.

Quien quiera hacerse con el calendario AÑO DEL VIRUS DE LA REBELIÓN, 2012, no tiene más que pasarse por el Bar Morgan, detrás de La Antigua.