diario de un vallisoletano curioso

jueves, 15 de diciembre de 2011

El otro Arco que no lo es


Éste es el otro Arco de Ladrillo. Pero solo de nombre. Porque ni hay arco ni ladrillo. Hormigón puro y duro para un paso elevado que alivia la congestión pero no la estética ni la comodidad del entorno. Bueno, tampoco está tan clara la pureza del hormigón, puesto que parece que en algunas ocasiones han tenido que efectuar reparaciones. Desde luego el aspecto no es precisamente atractivo. Cumple su cometido, canalizar el tráfico por encima de las vías del ferrocarril conectando García Morato con la Carretera de Madrid. Pero a un coste elevado en falta de armonía y mucha interferencia con los edificios de la zona.

En la última foto se advierte a duras penas el viejo Arco de Ladrillo, el de verdad, apenas insinuante y prácticamente eclipsado por el mazacote de cemento. Y además ese pilar robusto interfiriendo la calzada que conecta Recondo con la calle Puente Colgante, donde los coches tienen que hacer siempre una ese para toparse con el muro. Teníamos esperanzas de que con el soterramiento de las vías quedara liberada esta encrucijada de calles. Pero da la impresión de que el Plan Rogers y compañía va para largo, si va, y hay paso elevado para tiempo. Es decir, fealdad, invasión y la exhibición de un material, que puede ser muy práctico y hasta cierto punto resistente, pero nada atrayente a la vista.








2 comentarios:

  1. Madre mía, anda que no habré pasado veces por él, tanto por encima como por debajo yendo y viniendo de la estación de autobuses...

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  2. Pero no me digas, Pati, que lo ves como una belleza (es broma) Otra cosa es que estemos acostumbrados a pasar por debajo o por arriba. Y ya sabes, nos familiarizamos con todo.

    Buen descanso.

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