Soluciones imaginativas para los comercios. Hay horas en que el reclamo del comercio no consiste necesariamente en tener iluminado el escaparate. Y en exhibir el género al vacío nocturno de la calle. Hay comercios como el de la foto, donde se vende todo lo relacionado con la iluminación, que prefieren cerrar a cal y canto. Eso, sí, con arte. La mercancía no requiere mayor despliegue tras la hora de cierre. Y la fachada comercial puede ganar un montón. Más si está dotada de sentido de humor y con una decoración característica de cómic. Desde luego, la caligrafía está logradísima. Junto a la Plaza de Toros, en el Paseo de Zorrilla.
Hay que reconocer que merece una visita para comprar algo.
ResponderEliminarA veces estos detalles estéticos publicitan más un comercio que todos los lujos del mundo.
ResponderEliminar